El rechazo al Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, propuesto por la Organización de las Naciones Unidas, se ha convertido en un punto de encuentro de la dispersa oposición política, aunque es probable que no pase de una simple coincidencia. El PRM, la Fuerza Nacional Progresista, el PRSC y Dominicanos X el Cambio se sumaron durante el fin de semana a los sectores que han expresado su abierta oposición a ese pacto, que deberá suscribirse los días 10 y 11 de este mes en Marruecos, rechazo que ha encontrado en el rebrote del nacionalismo un excelente caldo de cultivo. Ayer el Instituto Duartiano emitió una contundente declaración en la que su presidente, Joaquín Pérez Saviñón, y su secretario general, Julio Rodríguez Grullón, lo describieron como un atentado a la soberanía que estimularía aun más el descontrolado flujo migratorio proveniente de Haití. Mientras esa ola de rechazo crece y crece (ya hay una campaña ciudadana en las redes sociales), el vocero de la Cancillería se despachó declarando que “no hay posición al respecto en este momento”. La respuesta provocó gran desconcierto, pues resulta difícil creer que a estas alturas nuestras autoridades no sepan si suscribirán o no ese Pacto. El gobierno se dio cuenta, sin embargo, de que ese rechazo, y la falta de información oportuna y veraz sobre su naturaleza y alcances, tiene el potencial de convertirse en una bola de nieve fuera de control. Por eso anunció anoche el portavoz de la Presidencia, Roberto Rodríguez Marchena, que el presidente Danilo Medina tiene en sus manos el informe de una comisión que analizó el Pacto, y que hoy a las 4:00 de la tarde se informará al país la posición del Gobierno dominicano. Pero después de todo este alboroto no parece buena idea, políticamente hablando, suscribirlo, lo que de seguro no pasará por alto el mandatario aunque los miembros de esa comisión opinen lo contrario.