Si nos dejamos llevar de los políticos, que no se sacian nunca, convertirán esta media isla en un picadillo de provincias y municipios que se multiplicarán sin orden ni concierto, amparados en el falaz argumento de que se mejorarían así los servicios en las demarcaciones beneficiadas, y el presupuesto municipal sería distribuido de manera más justa y equitativa. La reciente creación de Santiago Oeste, que partió en dos a La Hidalga de los 30 Caballeros (¿o ahora solo les corresponden 15?), parece que les abrió el apetito. Ayer el vocero del PRD en la Cámara de Diputados, Radhamés González, propuso la creación de otras dos provincias que integrarían los actuales municipios de Santo Domingo Norte y Santo Domingo Oeste, con lo que según el legislador se mejorarían de manera significativa las condiciones de vida y desarrollo de los habitantes de esas jurisdicciones. El vocero perredeísta en la cámara baja explicó al vespertino El Nacional que la provincia Santo Domingo Este se quedaría como hasta ahora, con Boca Chica como uno de sus municipios al igual que Guerra, y reveló que algunos sectores han propuesto que se le bautice con el nombre del héroe de la Restauración, el general Gregorio Luperón. En el caso de Santo Domingo Oeste, la nueva provincia tendría como municipios a Los Alcarrizos, Herrera y Pedro Brand. González rechazó, como gato boca arriba, que esta nueva división solo se haga para crear más burocracia inútil para la voraz clientela política, como alegamos sus críticos. “Solo serían dos senadores nuevos”, justificó. Dos senadores, agrega un servidor, que nacerían con un barrilito lleno de dinero bajo el brazo, entre otras prebendas y privilegios que saldrían de los bolsillos de los indefensos contribuyentes. Más bueno que es así…