Qué Se Dice. Encerrona

Qué Se Dice. Encerrona

Los que hemos tenido la oportunidad de ver el video que muestra el momento en que el coronel de la Policía Daniel Ramos Álvarez cae mortalmente herido frente a un conocido punto de drogas en Baní, y todavía no le encontramos explicación lógica al comportamiento de sus acompañantes, también policías, que no solo no lo socorrieron sino que lo dejaron tirado en el pavimento y huyeron a toda prisa, y sin un solo rasguño, del lugar, podríamos encontrar la respuesta a ese inaudito comportamiento en la versión de los hechos que ofreció ayer el senador de la provincia Peravia Wilton Guerrero. Según el legislador, Ramos Álvarez fue víctima de “una encerrona” montada por los compañeros de armas que lo acompañaron durante el operativo, pues tanto los miembros de la Policía como del Ministerio Público en Baní están al servicio de los narcotraficantes, a los que cobran peajes. Y añadió, como si eso fuera poco, que un teniente coronel identificado como Matías, que participó en el operativo, habría renunciado a la seguridad del senador por Azua Rafael Calderón para dedicarse a una actividad mucho más lucrativa: cobrar peajes en los puntos de drogas de Baní. Se trata, no hace falta decirlo, de una denuncia muy seria que debe ser investigada por el Procurador General de la República, Jean Alain Rodríguez, como lo solicitó el propio legislador, aunque parece evidente que en un ambiente así un oficial íntegro y serio, como ha sido descrito Ramos Vargas, es un estorbo. ¿Pero tanto como para entregárselo en bandeja a los narcotraficantes? La incontinencia verbal de Guerrero le ha restado mucha credibilidad a sus denuncias, sobre todo después de la condena por difamar al expresidente Hipólito Mejía, pero hasta que alguien ofrezca una explicación mas convincente de porqué los compañeros del oficial asesinado, en lugar de auxiliarlo, lo dejaron tirado en medio de la calle, su versión de los hechos es la mas plausible, pero también la mas espantosa.

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