Renovar, según el Pequeño Larousse, es cambiar una cosa por otra nueva, y si se trata de jueces mandarlos para sus casas. ¿Es eso lo que propone el Conep cuando declara en un comunicado que espera una renovación de la Suprema Corte de Justicia? ¿Lo que está pidiendo es que esa “renovación y revitalización” se lleve de encuentro las aspiraciones de los jueces que desean permanecer en esa alta corte aunque reúnan los méritos suficientes y sean cuales sean los resultados de la evaluación que les hizo el CNM? Pregunto porque Servio Tulio Castaños Guzmán, que está en todas partes menos en misa, así lo ha interpretado, pues en un comunicado de prensa que envió a los periódicos el Vicepresidente Ejecutivo de Finjus no solo dice estar de acuerdo con los empresarios sobre ese tema sino que habla de borrón y cuenta nueva. Pero dejemos que lo diga con sus propias palabras. “La posición del empresariado sobre este tema es la opinión de mucha gente que espera una renovación de la SCJ, es decir borrón y cuenta nueva”. Ignoro a cuántas personas consultó para decir que la opinión del Conep la comparte “mucha gente” que está esperando la sustitución pura y simple de los actuales jueces de la Suprema, ni porqué piensa que desconocer, de manera sumaria, el derecho de esos jueces a continuar en esa alta corte va a conseguir que la población perciba que cuenta con un sistema de justicia confiable, transparente e imparcial, como reclaman los empresarios. ¿Y se conseguirá colocando dirigentes del PLD y funcionarios del Gobierno, como propuso Finjus? ¿O de lo que se trata es de sacarlos a todos para sacar a Miriam Germán? Ese borrón y cuenta nueva es el escenario ideal para que el presidente Danilo Medina pueda tener también “su” Suprema Corte, y que para colmo todo el mérito se lo lleve el Señor Procurador y su espectáculo de mal gusto. Y me resulta difícil creer que Servio Tulio, que está en todas partes menos en misa, no se dé cuenta.