El mismo día que la petición de los diputados del PRM de interpelar al Procurador por la forma en que trató a la jueza Miriam Germán durante las evaluaciones del Consejo Nacional de la Magistratura hizo abortar la sesión de la Cámara de Diputados, el presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, solicitó a esos “honorables” legisladores investigar a los jueces del TSE que votaron a favor de la anulación de la XXXIV Convención Nacional Extraordinaria del PRD, principal aliado del PLD, porque a su juicio violaron la Constitución. Si traigo a colación el hecho, otro ejemplo mas del uso eficiente que hace el partido de gobierno de su mayoría mecánica en el Congreso en su propósito de perpetuarse en el poder, es porque los ayudará a interpretar mejor las señales que indican, de manera inequívoca, las intenciones del peledeísmo de instaurar una dictadura “democrática”. La petición del presidente del Senado, que ha provocado alarma y una oleada de rechazo, confirman las fuertes presiones que recibió desde estamentos del gobierno el presidente del TSE, el doctor Román Jáquez, para que variara o se abstuviera de dar a conocer el fallo que ordenó una nueva convención en el PRD. Según lo que publicó ayer el Listín Diario por lo menos cuatro funcionarios, entre ellos el Procurador (¿por qué será que no me sorprende?), estuvieron presionándolo y amenazándolo con someterlo a un juicio político, y hasta se le retiró la escolta militar como una forma de intimidarlo. El presidente del PRD, Miguel Vargas, debe agradecer que sus aliados del Gobierno, a los que ha dolido mas la sentencia del TSE que a los directamente afectados, se preocupen tanto por su suerte. Pero el resto del país que no quiere regresar a tiempos que ya superamos debe rechazar, con firmeza, el exabrupto autoritario con el que el presidente del Senado quiere estrujarnos en la cara que el PLD controla “todos los poderes”.