A pesar del rechazo  que recibió entre las filas danilistas la propuesta del equipo  del expresidente Leonel Fernández  de que el PLD se reserve 142 puestos electivos en su boleta, que el vocero de la bancada danilista en la Cámara  de Diputados, Gustavo Sánchez,  calificó de inmediato de “manzana envenenada”, el tema se sigue batiendo en los periódicos, mas que nada porque  la propuesta se está vendiendo como el salvavidas de la unidad peledeísta. Al menos eso fue lo que declaró a Diario Libre Radhamés Jiménez, coordinador de campaña del expresidente Fernández, quien afirmó  que hay muchas vías para llegar a un acuerdo con el danilismo a excepción  de una modificación de la Constitución, en cuya defensa “no hay marcha atrás”. Una de esas “vías” a las que se refiere el exprocurador general es la que le propone al presidente  Medina el 80% del total de las reservas de candidaturas que contempla de Ley de Partidos, lo que le daría al mandatario el control del Congreso Nacional, y garantizaría la repostulación  tanto de Félix Bautista, el “hijo putativo” del exmandatario, como de la diputada Lucía Medina, la hermanísima del Presidente. El expresidente Fernández  tendría por obra y gracia de ese acuerdo   siete candidaturas al Senado, en tanto Medina obtendría 25, incluidos los aliados en La Altagracia, Sánchez Ramírez y San José de Ocoa; siempre y cuando, desde luego, el  danilismo acepte que el pastel se reparta de esa manera, lo que todavía está por verse.  Lo que sí hemos visto demasiado, tanto que hasta un  Dios despistado debe haberlo notado,  es a nuestros políticos insistir en el error  de buscar soluciones antidemocráticas a los problemas propios de la democracia y el sistema de partidos, lo que explica que nunca salimos de un atolladero.