Tal vez sea pronto para decirlo, empeñados como están los que salieron del PLD, con el expresidente Leonel Fernández  a la cabeza, en organizar  el éxodo hacia su nueva casa haciendo el mayor ruido posible para provocar todo el  daño que se pueda  a los que se quedan, pero siento una gran curiosidad por saber qué clase de oposición le harán al Gobierno desde La Fuerza del Pueblo. Saber, por ejemplo, si será una oposición agresiva y beligerante, con críticas puntuales a las acciones y decisiones  del Gobierno, tanto para marcar una diferencia con “la otra” oposición que encabeza el PRM como para ir posicionándose en un electorado descontento con una gestión que exhibe evidentes señales  de desgaste, además de significativamente debilitada por la crisis que partió en dos al PLD. O si, en cambio, el hecho de pertenecer al Gobierno hasta hace poco, lo que los hace  corresponsables de sus aciertos y sus  errores, limitará el radio de acción de esas críticas, y aún así corren el riesgo de pisarse sus propias colas. Y es que no me imagino al expresidente Leonel Fernández criticando  el endeudamiento externo que los legisladores que le siguen han aprobado de manera entusiasta  y   militante, ni apuntando  sus  críticas y conceptualizaciones a las  deficiencias  de la educación dominicana, que sigue mostrando indicadores vergonzosos, si se negó siempre, con una tozudez incomprensible en un hombre de sus luces intelectuales, a darle los recursos necesarios para que pudiera empezar a superarlos. ¿Cómo convencerán a los electores esos expeledeístas de que son distintos y harán algo diferente a continuar saqueando las arcas nacionales al amparo de la impunidad? Siento una gran curiosidad, repito, por saber la  clase de oposición que hará el expresidente Fernández  y su Fuerza del Pueblo, más allá de su claro propósito de sacar del poder, aunque tenga que pactar con el Diablo, al partido que lo llevó tres veces a la Presidencia de la República.