Como se trata de una acusación  muy seria, que arroja  dudas sobre la integridad y honradez de algunos de sus miembros, incluidos oficiales superiores,  la Marina de Guerra está en la obligación de aclarar cuanto antes la denuncia de dos comerciantes haitianos de que un barco de su propiedad, cargado con mercancías valoradas en varios millones de dólares, fue saqueado mientras se encontraba bajo responsabilidad de la institución luego de encallar frente a las costas de Pedernales.

Pierre Ronald Joseph y Robert Joseph, propietario y capitán, respectivamente, de la embarcación, explicaron que ésta se dirigía desde San Martín hacia Haití transportando nueve vehículos de distintas marcas, 25 plantas eléctricas y cientos de cajas de vino y whisky, cuando sufrió una avería en sus motores que los obligó a recurrir al auxilio de la Marina de Guerra de puesto en Juancho, Pedernales, donde se les dio seguridades de que el barco y su mercancía estaban en buenas manos. Grande fue su sorpresa cuando, al regresar de la Capital a donde fueron trasladados por la propia Marina de Guerra para ser interrogados por los organismos de seguridad del Estado, se encontraron conque el barco había sido saqueado, y de tan mala manera que sufrió daños en su estructura. Para complicar más las cosas los denunciantes aseguran tener pruebas, tanto en fotografías como en CD’s,  de que al momento de producirse el robo la embarcación se encontraba bajo custodia militar. No hay dudas de que ahí tiene el general Ventura Bayonet una papa muy caliente, que ojalá pueda manejar sin quemarse las manos.

Una vergüenza
El Colegio Médico Dominicano se ha sumado al coro de instituciones y personalidades vinculadas al sector salud que exigen una explicación a la misteriosa desaparición de un ventilador artificial, valorado en 65 mil dólares, del hospital José María Cabral y Báez de Santiago. El presidente del gremio médico en esa ciudad, el doctor Gilberto Tejada, se pregunta, al igual que todo el mundo, cómo pudo desaparecer de ese centro asistencial un equipo tan grande sin que nadie se diera cuenta.  En principio se dijo que el ventilador estaba guardado en un almacén cuya llave tenía un médico que se encontraba de vacaciones, pero ya se logró abrir el almacén y no hay rastros del aparato, mientras el gobernador de Santiago, José Izquierdo, anuncia que para evitar nuevos escándalos y denuncias de robos de equipos y medicamentos  “intervendrᔠel hospital, sin que hasta ahora se sepa  lo que esto significa. Lo que sí está claro es que la desaparición, que a estas alturas habría que llamar robo, de ese ventilador, constituye una vergüenza para el sistema de salud pública dominicano.

Cantaron como gallos…
Ahora resulta que los generales retirados de las Fuerzas Armadas que hace unos días alborotaron el avispero nacional nunca dijeron   que se esté tramando un fraude  desde el gobierno o la Junta Central Electoral para el próximo 16 de mayo, sino que simplemente se limitaron a expresar su preocupación por el tema utilizando como referencia las declaraciones que hiciera el licenciado Danilo Medina luego de ser derrotado, el pasado mes de mayo, por  el presidente Fernández en el proceso que escogió el candidato presidencial peledeísta,  derrota que atribuyó al uso y abuso de los recursos del Estado por parte de su contrincante. Incapaces de responder al emplazamiento que les hiciera  el presidente del tribunal de comicios, el doctor Julio César Castaños Guzmán, para que presentaran las pruebas de su denuncia, han terminado haciendo el ridículo, y todo por querer jugar a la política sin tener las tablas suficientes. Resulta difícil decirle a un grupo de guardias, aunque ya estén retirados, que cantaron  como gallos para finalmente poner como gallinas, pero no hay de otra.