“No matarás”.-  Espanta ver cómo la vehemencia con que se apoyan ciertas causas, estamos hablando del proyecto de ley de Interceptación Aérea y Marítima que autoriza el derribo de aviones o  el hundimiento de embarcaciones sospechosas de traficar con drogas en territorio dominicano, llega a los extremos de justificar la eliminación física de otros seres humanos,  como ha sido el caso del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien de repente olvidó el “no matarás” que se comprometió a honrar como todo buen cristiano, como si en este país existiese la pena de muerte para ese tipo de delitos  o, peor todavía, como si no hubiesen tribunales ni un sistema de administración de justicia.

Gracias a Dios  parece que los diputados han tomado la decisión de rechazar el proyecto autoría de Pelegrín Castillo,  que ya ha recibido el rechazo expreso y por escrito del gobierno de los Estados Unidos, cuyas autoridades se  sienten comprensiblemente preocupadas por las repercusiones de una legislación de esa naturaleza aplicada en un país que acusa  debilidades institucionales tan profundas.

Pintadas en la pared.- Un encuentro promovido por la Secretaría de la Mujer y el Despacho de la Primera Dama sirvió de muro de lamentaciones  para airear las abundantes quejas de las vicesíndicas del país,  la más destacable de todas el hecho de que, en la práctica, están pintadas en la pared, ya que no se les asignan funciones,  mucho menos fondos, y en tantísimos casos ni siquiera tienen un escritorio donde sentarse.

Ahí tiene doña Alejandrina Germán una magnífica oportunidad para desplegar   su conocido temple, pues es de justicia que las mujeres, que a estas alturas no tienen nada que demostrar respecto a  sus capacidades para desempeñarse con éxito e idoneidad en la vida pública, disfruten  de los mismos derechos como funcionarias electas que los  síndicos.