Si la experiencia enseña algo, si alguna enseñanza se desprende de los hechos, habrá que prepararse entonces para las consecuencias que nos traerá la decisión de colocar al teniente general José Miguel Soto Jiménez, secretario de las Fuerzas Armadas, así como al mayor general Pedro de Jesús Candelier, director de AMET, al frente de una comisión que deberá intentar ponerse de acuerdo con los generadores en el monto de una deuda que el gobierno se niega a reconocer, y que mantiene virtualmente apagado a todo el país. Fresco está todavía, en la memoria colectiva, el encuentro celebrado en el Palacio Nacional donde el presidente Mejía, escoltado por las principales autoridades policiales y militares, ordenó a los casacambistas vender el dólar a 35 por uno. No hace tanto tiempo de aquel memorable episodio, ni tampoco de la cruzada emprendida por el general Candelier por todo el país, cerrando casas de cambio ilegales. ¿Sirvió de algo toda esa alharaca militarista con pretensiones intimidantes? Averígue a cuánto está el dólar, en estos momentos, y tendrá la mejor respuesta que se pueda dar a esa pregunta.

[b]Arrebatos[/b]

El atribulado ciudadano se levantó temprano, mucho mas de lo habitual. Apenas pudo conciliar el sueño, desasosegado por las malas noticias, pero sobre todo con la posibilidad de que el rumor fuera cierto y se quedara sin gasolina, lo peor que puede ocurrirle, en estos duros tiempos, a alguien que vive de buscársela en la calle. En la primera estación que visitó la respuesta fue negativa, y también en la siguiente, hasta que al visitar la cuarta y recibir un seco y malhumorado «no hay» decide desistir de su empeño, no arriesgarse a quedarse definitivamente vacío, por lo que regresa, frustrado e impotente, a su hogar. Pero grande fue su sorpresa cuando, al leer el periódico, se tropieza con unas declaraciones atribuídas al doctor Amaury Justo Duarte, presidente de la Refinería Dominicana de Petróleo, en las que el funcionario desmiente que exista una grave crisis de suministro de combustibles, al tiempo que garantiza que hay suficiente gasolina y gasoil para abastecer el país. El ciudadano, quien sabe si arrebatado por la rabia o la indignación, arrojó el periódico a la basura, pero la retahíla de improperios que dedicó al funcionario es absoluta y totalmente impublicable.

[b]Pesimismo[/b]

Hay que suponer que a no pocos ha llamado la atención el repentino pesimismo, si puede llamarse así, del ingeniero Eligio Jáquez, al reconocer ante la opinión pública, por primera vez, lo «arduo y difícil» que resultará la tarea de conseguir la reelección del presidente Mejía. Y aunque muchos incrédulos crean que se trata tan solo de una pose política, destinada a confundir o distraer, hay que decir en beneficio del activo coordinador del PPH que siempre ha defendido, con toda la cara, las que entiende sus verdades, y que nunca ha tenido miedo a decir lo que piensa. ¿No será que incluso un hombre como Eligio, leal y devoto promotor de las bondades del reeleccionismo, es capaz de darse cuenta de algo que, por estar a la vista, no necesita espe