De guardias y policías.- La existencia de miles de guardias y policías ofreciendo servicios muy ajenos a sus responsabilidades a funcionarios públicos, pero sobre todo a civiles y particulares (cantantes, periodistas, empresarios, faranduleros y un largo etcétera), es un problema viejo en este país, lo que simplemente quiere decir que a ningún gobierno, hasta ahora, le ha interesado resolverlo.
A las administraciones del doctor Leonel Fernández Reyna no le faltaron ganas ni anuncios, fanfarria incluida, de hacer regresar a sus cuarteles o enviarlos a realizar labores de patrullaje preventivo, donde siempre han hecho mucha falta, a todos esos guardias y policías, y a menos que el doctor Franklyn Almeyda quiera contarle al país porqué se frustró ese propósito, quién, qué o quiénes impidieron que se materializara, el fallido intento permanecerá como un secreto de Estado. Estamos pues, por si todavía no se han dado cuenta, ante algo mal hecho que el gobierno parece empeñado en corregir, otra excelente ocasión de poner a prueba la voluntad del presidente Danilo Medina de honrar del eslogan que inspira su gestión.
Solidaridad.- Hay que celebrar y aplaudir el gesto solidario y generoso del presidente Danilo Medina con el vecino Haití, donde ordenó el envío de cinco cocinas móviles para proveer de alimentos a las familias afectadas por el paso de la tormenta tropical Isaac, cada una con capacidad para producir diariamente 7,500 raciones de alimentos cocidos. Hay que recordar, sin embargo, que también en materia de solidaridad quien puede lo mucho puede lo poco, por lo que no hay ninguna razón por la cual en el sector de La Barranquita, como quien dice a tiro de piedra del Palacio Nacional, todavía no se haya hecho presente la solidaridad oficial, pues muchos de sus residentes están literalmente pasando hambre a la espera de una ayuda que tarda demasiado en llegar a pesar de que no están tan lejos.