Qué se dice

Qué se dice

(Que siga el entierro!

Era previsible que una de las primeras hipótesis en barajarse, tras la polémica decisión de la Cámara Contenciosa de la JCE de anular la convención celebrada por el licenciado Hatuey Decamps, es la de que los precandidatos del grupo de «Los Tres» -Milagros Ortiz Bosch, Fello Suberví y Enmanuel Esquea- tendrían que regresar, como mansos corderitos, al redil del PPH, pues la sentencia del tribunal de elecciones los deja «en el aire», en el más absoluto desamparo legal. Pero hay quienes piensan, en cambio, que esa decisión solo profundizará aún mas el cisma del PRD, pues obligará a los precandidatos -a todos- a reagruparse en torno a la divisa que nunca debieron dejar a un lado, pues era -y sigue siendo- la única forma de enfrentar, con posibilidades de éxito, al Presidente y su brazo armado, el beligerante PPH: el antireeleccionismo y su poder unificador. )Quién tendrá, finalmente, la razón? Esa respuesta habrá que dejársela, como siempre, al tiempo. Mientras tanto, (que siga el entierro del PRD(

Mercado libre

Desde el pasado lunes, y por expresa disposición de la Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT), el transporte público de pasajeros está como chivo sin ley, para decirlo de manera que se entienda, pues la institución llamada a regular el sector ha decidido renunciar a sus prerrogativas legales para permitir que los choferes puedan, en estos días navideños, cobrar lo que les venga en ganas, con el irrebatible argumento de que se trata de «su nochebuena». En un escueta nota de prensa remitida a los medios, la OTTT dejó a los usuarios «en libertad» de aceptar o rechazar ese aumento, como si el infeliz peatón tuviera otra opción que no sea cogerlo o dejarlo. Los choferes, para estas fechas, siempre han subido el pasaje, sin que nadie haya hecho nunca nada para impedirlo. La novedad, ahora, es que la OTTT haga el curioso anuncio, enviando al mercado libre el derecho de los usuarios del transporte público a recibir un servicio eficiente y a un precio aceptable.

Anécdota televisiva

Lo contó el otro día por televisión Franchie Prats, un ex miembro de la selección nacional de baloncesto y hoy día un excelente cronista deportivo, y sirve para ilustrar a la perfección cómo anda el mercado del dólar, cuya cotización de ayer -en los periódicos, por supuesto- era de 34 por uno, con clara tendencia a la baja. Según relató Franchie un amigo suyo, interesado en comprar cien dólares, acudió donde un casacambista que el mismo baloncelista le recomendó, para encontrarse con la desagradable sorpresa de que solo le podían vender, a la tasa de referencia fijada por las autoridades, diez dólares. El susodicho, desconcertado, decidió acudir a otras casas de cambio, para lo cual anduvo «la seca y la meca», como decían antes los viejos, para recibir tan solo la misma respuesta: «no hay disponible». Lo que no sabemos es si el hombre, en su frustración, se dio una vuelta por los periódicos donde se anuncia el inexistente baratillo de dólares, decidido a encontrar una explicación convincente, creíble, a la misteriosa desaparición de la moneda norteamericana.

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