Señales peligrosas.- Es verdad que, en materia de violencia criminal, República Dominicana todavía no está tan mal como algunos países de Centroamérica como México y El Salvador, pero eso no quiere decir que bajemos la guardia o que no estemos atentos a las señales que indiquen que hacia allá es que vamos.
Y es que esas señales, desgraciadamente, son cada vez mas evidentes y visibles, verbigracia el cuádruple asesinato en Santiago de tres ciudadanos colombianos y un venezolano que las autoridades no han dudado en atribuir a un ajuste de cuentas entre narcotraficantes, o la frecuente aparición de cadáveres decapitados y con signos de tortura, sobre lo que llamó la atención el presidente Leonel Fernández durante su participación en el encuentro celebrado en Santiago para analizar la violencia criminal que afecta a esa ciudad y al resto delpaís, pues podría sugerir la presencia aquí de miembros o representantes del violento cartel mexicano de Los Zetas.
Otra señal peligrosa, a la que debemos poner la máxima atención, es el cobro de protección o peaje por parte de delincuentes a pequeños comerciantes y colmaderos (no hace falta decirles lo que les pasa a los que se niegan a ser protegidos), lo que ya está ocurriendo –según las denuncias– en algunos barrios de la zona norte del Distrito Nacional, ya que esa forma de extorsión constituye una de las principales fuentes de ingresos de las temibles maras que operan en México, El Salvador, Honduras y Guatemala, donde son tratadas como un problema de seguridad nacional. A esos extremos, desde luego, nadie quisiera llegar, pero tampoco estamos tan lejos como para que podamos darnos el lujo de ignorar los primeros síntomas de una enfermedad que, de no ser tratada a tiempo, pudiera resultar fatal para la sociedad dominicana y su futuro.