Los dos minibuses -blancos, sin placas, con un letrero de CONATRA bien visible- llegaron al local del PLD, en la vieja casona de la avenida Independencia, a eso de las 10:30 de la mañana del pasado martes, y de inmediato se desmontaron cerca de treinta personas portando afiches de Juan Bosch y del coronel Rafael Fernández Domínguez. [tend]Los miembros de la seguridad del local creyeron, en principio, que se trataba de un acto de apoyo de algún grupo afín al peledeísmo, hasta que empezaron a escuchar la palabra «traición» una y otra vez. Ante el sorpresivo despliegue de consignas hostiles, la mayoría dirigidas contra el candidato peledeísta, el doctor Leonel Fernández, los miembros de la seguridad obligaron a los manifestantes a recoger sus motetes y marcharse. Una vez en los autobuses, el grupo se dirigió al Parque Independencia, donde ya tenía previsto depositar un ofrenda floral en el Altar de la Patria, en una ceremonia de la que salió una nueva organización política: el Partido Boschista Dominicano. Lo más interesante del caso, si es cierto lo que propalan las malas lenguas, es que los organizadores del acto, que andaban con su propio equipo de filmación, piensan utilizar el material gráfico recogido para la realización de un videoclip sobre las «renuncias masivas» en el partido morado, una bellaquería que los peledeístas ya le están atribuyendo al dedo malo de este Gobierno: el omnipresente y travieso PPH.

[b]¿Nuevas colas?[/b]

Lo peor que nos puede suceder ahora, en medio de la irritación y los inconvenientes que está creando entre la población la escasez de gas propano, es que se cumpla la advertencia de la Asociación de Detallistas de Gasolina, que preside el ingeniero Juan Espaillat, de no abastecer de combustibles sus negocios si las autoridades no cumplen las promesas que le hicieran a ese sector hace algunos meses. Si el ingeniero Espaillat pasa de las palabras a los hechos significaría, sencillamente, que no solo tendríamos largas colas en las envasadoras de gas propano sino también en las estaciones de expendio de gasolina, y ya ustedes se imaginan lo que eso significa. Los detallistas, que aseguran atravesar por una situación muy difícil debido a las pérdidas que han tenido a causa, entre otras razones, de sus altos costos de operación, deben sopesar muy bien los pasos que darán para hacer valer sus reclamos, pues no parece prudente añadir más combustible a una crisis que podría encender el país por sus cuatro puntos cardinales.

[b]Como el cangrejo[/b]

Esperemos que solo se trate de una denuncia exagerada, producto de los infinitos desvelos del padre Regino, siempre atento a la triste suerte de quienes residen en la frontera, no importa si son haitianos o dominicanos. Según el Movimiento Solidaridad Fronteriza, que preside el sacerdote, alrededor de 500 personas de supuesto origen haitiano, víctimas de las inundaciones en la Línea Noroeste, fueron repatriadas en forma masiva e indiscriminada por autoridades militares y policiales, en violación a todos los tratados de los que el país es signatario en materia de migración. Esas repatriaciones incluyeron también a varios dominicanos que por su piel oscura fueron confundidos con ciudadanos del vecino país, lo que constituye, a juicio del cura, la mejor prueba del abuso que se estaría cometiendo. Un abuso, hay que añadir, que revelaría también que en esas cosas hemos caminado hacia atrás como el cangrejo, pues en otra época bastaba pedirle al susodicho que pronunciara la palabra perejil para asegurarse de no estar cometiendo una injusticia contra un compatriota.