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Incongruencias.- ¿Por qué no decirlo? El ingeniero Diandino Peña, director de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), ha sorprendido a mucha gente al salir en defensa de la Omsa, que asegura no desaparecerá dado que está llamada a desempeñar un papel de primer orden  cuando   entre en operación el Metro, pues por la manera en que se ha dejado languidecer el servicio que ofrece, hasta llegar al estado calamitoso en que se encuentra actualmente, parecería  todo lo contrario, que el propósito del gobierno es dejarla morir de muerte natural. Sin embargo, averiguando un poquito se descubre que es verdad, que será la OMSA la que cubra la mayoría de las rutas alimentadoras del Metro, y que quienes la dirigen están embarcados en el proceso de adquisición de 300 nuevos autobuses para restablecer completamente su capacidad  de servicio. ¿Dónde están esos autobuses? Eduardo Pelegrín, gerente general de la compañía Autozama, empresa ganadora de la licitación, explicó al colega El Día que 125 de las nuevas unidades adquiridas por la Omsa están varadas desde el pasado mes de noviembre en Brasil, a la espera  de un carta de crédito que debe remitirle la Secretaría de Hacienda,  pero no explicó  porqué, después de ordenada su fabricación, ahora el dinero no aparece. ¿Cómo es posible  que una pieza clave  en el funcionamiento del Metro, la “niña linda” del presidente Fernández, se abandone a su suerte, permitiendo que el valioso servicio que ofrece colapse en el momento en que más se le necesita? Diandino Peña ha dicho que la mayoría de los problemas que enfrenta el  transporte, que no son  pocos,  ocurren porque las agencias del gobierno vinculadas al sector caminan  cada una por su lado. ¿Y no se supone que  la  OPRET, cuya creación fue anunciada con bombos y platillos,  sería la responsable de regular y coordinar, bajo una política unificada y coherente, todas esas agencias? Dejamos la pregunta en el aire, pero ojalá no se quede ahí.