¿Y el  Malecón?-  En lo que sus promotores han definido como “una alianza sin precedentes”, el ayuntamiento del Distrito Nacional, la Junta de Vecinos de la Ciudad Colonial, la Asociación de Comerciantes de la Calle El Conde, el Cluster Turístico de Santo Domingo y un grupo de empresas encabezadas por Pinturas Tropical, iniciaron el pasado miércoles una jornada de acción conjunta destinada a devolverle a la calle El Conde, nuestra arteria comercial más famosa, el esplendor de otras épocas, que en realidad forma parte de un esfuerzo mucho más amplio y ambicioso que abarca a toda la Zona Colonial, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, y sus más importantes edificios y monumentos.  Ha sido una iniciativa muy bien pensada y diseñada, en la que han concurrido muchos talentos y voluntades, que viene a demostrar una vez más que cuando se quiere se puede y, lo más importante; que no hay que dejárselo todo al capricho y la  voluntad de papá gobierno. ¿Por qué no puede hacerse algo parecido con el Malecón de Santo Domingo, abandonado a su triste suerte por la desidia municipal? Tal y como están las cosas en estos momentos, con el alcalde Roberto Salcedo y los hoteleros de la emblemática avenida halándose las greñas, resulta imposible responder  esa pregunta. Mientras tanto el Malecón, llamado alguna vez, con inocultable orgullo caribeño, la discoteca más grande del mundo,   es hoy motivo de escarnio y vergüenza para los capitaleños.