Qué se dice

Qué se dice

Plan piloto.- No. En esta ocasión no voy a hablarles del destacamento de la Policía Nacional  que funciona en el sector de Honduras, en el Distrito Nacional, donde se reportan los vehículos robados, sino de la iniciativa del Director General de Prisiones, Roberto Obando Prestol, con la que pretende “adecentar” el ingreso de visitantes a las cárceles  del país. Todo empezó cuando el funcionario, con la intención de comprobar una serie de denuncias recibidas, se puso unos lentes y una gorra y se metió de incógnito en la fila de los visitantes que deseaban ingresar a la cárcel de La Victoria, donde fue macuteado con 300 pesos por  dos policías.

La experiencia sirvió al joven funcionario, además de   comprobar la denuncia, para poner en marcha un “plan piloto” mediante el cual personal policial ajeno al que habitualmente presta servicios en las cárceles se encarga de controlar el ingreso, plan  que ya empezó a funcionar en Najayo y que según el funcionario agiliza notablemente el tiempo de entrada de los visitantes. Pero también sirvió, esa aleccionadora experiencia,  para  vivir en carne propia las vejaciones  y maltratos a los que se exponen  los ciudadanos  que se ven obligados a visitar los recintos penitenciarios, y bien podría  constituirse en un  ejemplo para que otros funcionarios  aterricen en la realidad, donde a lo mejor descubren que no lo están haciendo tan bien como piensan.

Estoy seguro de  que si muchos de nuestros servidores públicos, empezando por el Presidente de la República, se disfrazaran de vez en cuando de ciudadanos comunes y corrientes y salieran a la calle para montarse  en un carro del concho o en una voladora, en lo que podríamos llamar un saludable baño de pueblo, tendrían una visión muy diferente del trabajo que realizan y de cómo percibe la población ese trabajo, pero también tendríamos funcionarios mas sensibles y consecuentes con sus responsabilidades  y, por supuesto, una administración  pública más eficiente.

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