Qué se dice

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Buscando culpables.-  Tal vez sea consecuencia del mal momento por el que está pasando, al que nadie que sea padre quisiera verse enfrentado nunca, pero sorprende que el electo diputado peledeísta Adalberto Rosa acuse a sectores dentro del Partido de la Liberación Dominicana  de estar detrás del sometimiento a  la justicia de su hijo, a quien una jueza de instrucción dictaminó, junto a otros dos acusados, ocho meses de prisión como medida de coerción por su presunta participación en un desfalco por más de cien millones de pesos en perjuicio de la Dirección General de Aduanas. Si algo se temió, al destaparse el escándalo y conocerse el pedigrí de los implicados, fue que las influencias políticas de sus progenitores, dirigentes importantes del partido oficial en Santiago, obstruyeran el libre curso de la justicia, lo que explica que Alejandrina Germán se adelantara a declarar públicamente que ni el partido  ni el gobierno intervendrán en el proceso. ¿Qué interés podrían tener sectores dentro del  PLD de armar todo este lío si a fin de cuentas a quien perjudica este nuevo  escándalo de corrupción es al gobierno peledeísta? Mucha gente en Santiago comenta ahora  que los cambios en el estilo de vida de los acusados fue muy notorio, imposible –dicen– de justificar o explicar, pero aparentemente nadie  dio la voz de alarma, y si se produjo algún llamado de atención de parte de un amigo o familiar cercano advirtiendo  sobre su repentino cambio de conducta y  status, resulta evidente que no surtió ningún efecto o llegó demasiado tarde. Repito: ningún padre quisiera estar en los zapatos  del diputado electo, pero al responsabilizar  a sectores dentro del  PLD de que su hijo  esté tan mal  preso  está buscando demasiado lejos las causas de sus tribulaciones.

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