Qué  se dice

Qué  se dice

Cuando se quiere…- Si bien es cierto que la llegada de las tarjetas electrónicas a la administración pública simplificó y modernizó, además de que supuso un importante  ahorro, el sistema de pago de las instituciones del Estado, también lo es que benefició a aquellos empleados que gracias a su militancia política o por simple amiguismo cobran un salario sin tener que trabajar,  las conocidas botellas, pues les ha ahorrado la molestia de tener que ir todos los meses a recoger   sus cheques.

 Pero en un país donde el clientelismo es visto por todo el mundo como algo natural, tan inevitable  (y  tan propio) como los aguaceros  de mayo o el calor de agosto,  esa situación  no nos da ni frío ni calor; simplemente ocurre, y que San Pedro bendiga a quien tiene la suerte de cobrar sin trabajar bien  sea por cheque o por tarjeta. Hasta que llegó Sigfrido Pared Pérez al Ministerio de las Fuerzas Armadas, dispuesto a cumplir su propósito de  que los miembros de la   institución que presten servicio en otras dependencias del Estado  o a particulares desempeñen únicamente  las labores que les son propias. Y la  manera de hacerlo ha sido  suprimiendo temporalmente el pago por tarjetas y reemplazándolas  por cheques, de manera que cada quien, al momento de presentarse a cobrar  su sueldo tenga que dar la cara y explicar dónde presta servicio; si lo hace fuera de la institución tendrá que abandonar ese trabajo o, en su defecto,  abandonar las filas del cuerpo armado al que pertenezca. No tengo dudas de que aplicando ese sencillo pero efectivo método  en pocos meses Pared Pérez  verá cumplido su objetivo, como tampoco la tengo de que, como acaba de comprobarse una vez mas, muchos de los problemas que todavía nos aquejan  siguen ahí porque los responsables de resolverlos  simplemente no les da la gana de hacerlo.

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