Qué  se dice

Qué  se dice

Sigue el azote.- En lo que llegan los 50 nuevos agentes policiales y los destacamentos móviles prometidos por el jefe de la Policía Nacional  a las autoridades y dirigentes comunitarios durante su visita  esta semana  a Bonao los delincuentes continúan su zafra, en abierto desafío a una autoridad que saben débil y con poca capacidad de respuesta.

De eso pueden dar testimonio el comerciante Pedro Corporán Sánchez, de 40 años, asaltado y herido de bala en su negocio al otro día de la visita del mayor general José Armando Polanco Gómez, pero también el vigilante privado Juan María Ramírez, de 46 años, a quien dos desconocidos hirieron  de gravedad para arrebatarle su arma la madrugada del sábado cuando se encontraba de servicio en el edificio de una empresa bancaria. Ningún paciente en estado de gravedad va a recuperarse administrándole tan solo  aspirinas. La situación de Bonao  con respecto a la delincuencia se dejó llegar a un punto en el que ya no es posible abordarla con paños  tibios ni amaracos sino con acciones  concretas, inmediatas y contundentes.

Que hablen las bases.- Hasta el momento no había querido meterme en pleito ajeno, a propósito de la crisis del Partido Revolucionario Dominicano, mas que nada para no sumarme al nutrido coro de los que azuzan ese conflicto con la secreta esperanza de que el jacho se apague definitivamente. Sin embargo,  quisiera aprovechar la oportunidad que me ofrece la propuesta de Participación Ciudadana de que se anticipe la convención, programada para el año próximo, que habrá de escoger a las nuevas autoridades de ese partido, para decir lo que tengo que decir. Me encanta la idea de que sean las bases perredeístas, las grandes sacrificadas por los reiterados errores de su dirigencia, las que digan la última palabra, señalando con sus votos a quienes habrán de conducir los destinos de ese partido los próximos años.

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