Wilton dando guerra.-  Mírese como se mire, el senador por la provincia Peravia Wilton Guerrero  se ha convertido   –para decirlo gráficamente– en una molesta piedra en el zapato del gobierno, una voz disonante y  ruidosa  en medio del bien afinado concierto de voces oficialistas,  prestas siempre a exaltar sus bondades (supuestas o reales) y, si fuera necesario, a defenderlo también de sus enemigos naturales. Y eso el país no peledeísta se lo agradece, y mucho,  pues ni siquiera en los litorales de la oposición política, virtualmente inexistente, oportuno es recordarlo,  en estos casi ocho años de admimistración del Partido de la Liberación Dominicana, aparece un crítico de la firmeza y valentía para decir sus verdades  como el aguerrido legislador banilejo.

La sentencia del Primer Tribunal Colegiado de la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia  del Distrito Nacional contra los acusados de lavado de activos  al  servicio del narcotraficante   José David Figueroa Agosto no ha dejado conforme a Wilton Guerrero, quien fiel a su estilo y lenguaje solo atinó a decir  que “la soga rompió por lo mas delgado”, pues los verdaderos responsables de “esa mafia” –afirma– no han sido ni siquiera mencionados. Claro está, esas declaraciones deben  haber caído muy mal en el gobierno y ni hablar en el Ministerio Público, blanco principal de sus críticas y cuestionamientos, pero lo cierto es que  no se está inventando nada ni calumniando a nadie sino, simplemente, haciéndose eco de un sentimiento muy extendido entre la población, que ha seguido de cerca pero con  desconfianza los pormenores  de un proceso judicial que, no obstante su espectacularidad  y gran despliegue mediático, ha dejado  en el ánimo público la  sensación de que sus principales protagonistas nunca subieron al escenario.