Ese huevo quiere sal– Regresó Amable Aristy Castro al ruedo político, y de qué manera. El senador por la provincia La Altagracia, quien se mantenía en un discreto bajo perfil tras la derrota sufrida en las urnas, junto a sus amigos y aliados del PRD, el pasado 16 de mayo, convocó a todos los sectores nacionales a unirse en apoyo del gobierno, dizque para ayudarlo a enfrentar la crisis económica.
Pero como si eso fuera poco, pidió también que en lugar de los cien días de tregua que se suele conceder a un nuevo gobierno para que le coja el piso a la cosa pública, al de Danilo Medina y el PLD se les conceda cinco meses, tal y como propone un proyecto de resolución que, según dijo, someterá a la consideración de sus colegas. No tengo dudas de que, en un Senado dominado por el partido oficial, esa resolución sería aprobada sin mayores inconvenientes. Por eso la pregunta obligada no puede ser otra: ¿Qué se trae entre manos Amable Aristy Castro?
Cargando un muerto ajeno- Es probable que nunca sepamos qué inspiró al Cardenal a decir públicamente que el presidente Danilo Medina encontró una situación económica difícil, como tampoco sabremos por boca de los funcionarios de este gobierno, que manejan esa información como si fuera un secreto de Estado, cuál es la situación de las finanzas públicas. Sin embargo a medida que pasa el tiempo resulta imposible ocultar los efectos de la falta de recursos, cual es el caso de los hospitales públicos, al borde del colapso debido a que hace cinco meses no reciben el subsidio oficial, y ni hablar del suplicio de los apagones financieros. ¿A dónde nos lleva todo esto? A una reforma fiscal que exprimirá aún más nuestros bolsillos, pero que también representará un costo político para el gobierno, que ha decidido cargar un muerto ajeno como si fuera propio. Y pensar que el culpable de esta desgracia anda por ahí de lo más quitado de bulla preparando su regreso triunfal.