¿Atrapado y sin salida?. Cuando uno escucha a gente tan cercana al ingeniero Miguel Vargas Maldonado como el diputado Neney Cabrera expresarse de manera tan convencida sobre su aceptación de la nominación a la presidencia del PRD, cuya disputa se ha convertido en la nueva manzana de la discordia perredeísta, se siente tentado a pensar que esa aceptación es prácticamente un hecho.
Y si se toma en cuenta el endoso por anticipado que ha recibido, que ya han suscrito 50 legisladores y 45 síndicos perredeístas, tiene que concluirse, necesariamente, en que mas que una petición parece un emplazamiento. ¿Cómo rechazar esa nominación sin que el gesto se interprete como una señal de debilidad, de falta de ambición, un defecto imperdonable en el hombre que debería ser capaz de conducirlos al poder en el 2012?
Es muy probable, como ya se ha ocupado de vaticinar gente mucho mas versada en perredología que quien les escribe, que el ingeniero Vargas Maldonado no tenga más salida que ponerse la ropa de pelear y tirarse a la calle a echar un pleito que, por sus implicaciones, promete resultar más encarnizado y traumático –para sí mismo y el propio PRD– que su fallido esfuerzo por alcanzar la presidencia las pasadas elecciones.
¿E´palante que vamos? Al verlos así, en correcta formación y la mirada perdida en un horizonte incierto, en la mano izquierda el fusil y en la derecha la fundita de arroz con la infame inscripción E´ Palante que vamos, la pregunta se va haciendo cada vez más necesaria, mientras adentro, muy adentro, crece también un desagradable sentimiento, más parecido a la pena que a la verguenza. ¿Son esos los soldados con los que enfrentaremos al poderoso ejército del narcotráfico?
El acto de reconocimiento a efectivos de la Marina de Guerra que organizó la jefatura de la institución ha sido una gran idea y, tal y como están las cosas, no podía ser más oportuno, pero a quien se le ocurrió repartir esas fundidas de comida con la conocida propaganda gobiernista metió la pata hasta donde dicen Cirilo y mucho más allá.