De lo micro a lo macro.-  Muchas han sido las críticas recibidas por  el presidente Leonel Fernández por minimizar el fenómeno de la corrupción en el país,  sobre todo por el escenario escogido para su desplante:  la presentación de los resultados de la Iniciativa Participativa Anticorrupción, integrada por organizaciones internacionales, públicas, privadas y de la sociedad  civil, donde se dieron a conocer 30 propuestas  dirigidas a mejorar la transparencia en el manejo del Estado. ¿Pero hay alguien realmente sorprendido de que el mandatario una vez mas diera demostraciones de que parece no estar viviendo  en este país, como si  su mente y sus pensamientos se hubieran quedado por allá, en alguno de sus frecuentes y prolongados viajes al exterior? Wilton Guerrero, senador peledeísta por Peravia, lo ha dicho mejor que nadie: no es posible minimizar la corrupción cuando lo que la población ve es al funcionario que vivía pobremente, en casa alquilada y los hijos en escuelas públicas, andando ahora en carros de lujo, residiendo en casas suntuosas y exhibiendo todo tipo de riquezas. Sume usted a tan elocuente descripción de lo que los ciudadanos vemos todos los días lo que hace tan solo unas semanas  declaró el director de la DPCA,  Hotoniel Bonilla, quien calculó en cien mil millones de pesos lo que la corrupción se ha llevado entre las uñas en los últimos diez años, lo que llevó a muchos a preguntarnos cuánto de eso corresponde a los seis años de gobiernos del PLD. ¿Cómo se atreve el presidente Fernández a llamar microcorrupción a ese latrocinio de dimensiones multimillonarias tan difícil de ocultar? Siempre habrá quien justifique, empezando por los funcionarios del gobierno y sus ruidosas bocinas, lo expresado por el  mandatario, y hasta quien se atreva a recurrir al desacreditado expediente de que fue sacado de contexto. Yo solo digo que quien hace del Poder un fin en sí mismo termina convirtiendo el cinismo en su mejor aliado.