¿Investigar qué?- El ministro de las Fuerzas Armadas, el almirante Sigfrido Pared Pérez, haría el ridículo si dedica tiempo, recursos y personal a investigar la denuncia de que dirigentes de grupos de oposición contactan a personalidades destacadas en las distintas provincias del país para que se integren a los juicios populares a los que se sometería al expresidente Leonel Fernández, pues aún y cuando eso fuera cierto nada hay de ilegal, o inconstitucional, o que ponga en peligro la soberanía o la seguridad del Estado, en esos preparativos.
No se trata, por lo tanto, ni de un complot, ni de una conspiración, ni de una trama contra el doctor Fernández, quien ayer salió hacia Toronto, Canadá, donde recibirá un reconocimiento por su buen desempeño como estadista, sino de un acto meramente simbólico con el que se pretendería poner de relieve las supuestas acciones de corrupción del gobierno que encabezó el exmandatario, como simbólica sería también la condena que reciba. ¿Dónde está ahí el crimen o el delito? ¿Qué es lo que hay que investigar? En todo caso, lo único reprochable a los promotores de esos juicios populares es que no hayan escogido el camino institucional, que no lleven a la justicia ordinaria sus acusaciones, pero nadie podría culparlos por no creer en un sistema de administración de justicia que nunca movió un dedo para investigar las numerosas acusaciones de corrupción que se hicieron contra los funcionarios de los gobiernos del doctor Fernández. ¿O ya olvidaron que la despedida de Hotoniel Bonilla al abandonar la inocua DPCA fue archivar las acusaciones contra Félix Bautista, el más notorio de los funcionarios señalados por el rumor público como responsable de acciones de corrupción? Por eso creo que el ministro de las Fuerzas Armadas, como hombre inteligente que es, terminará desestimando una investigación que no tiene pies ni cabeza, como tantas cosas que se les ocurren a nuestros políticos.