CLAUDIO ACOSTA
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A otro perro con ese hueso Los residentes de La Barquita han rechazado de manera tajante las intenciones del ayuntamiento de Santo Domingo Norte de reparar las calles del sector, al son de un sonoro, enardecido y unánime grito de guerra: no queremos arreglo de calles, queremos desalojo.
Ese rechazo, que podría considerarse una inconsecuencia por venir de gente que vive en condiciones lamentables, tiene una explicación, bastante sencilla por cierto: el temor de que ese paño con pasta que se le quiere dar a sus maltrechas calles signifique que el gobierno ya se arrepintió de su promesa de trasladarlos a un lugar más seguro, donde no estén amenazados por las traicioneras crecidas del Ozama.
Hace unos días organizaciones comunitarias de La Ciénaga se quejaron de que el gobierno ha jugado a la demagogia con la promesa, hecha a raíz del paso por el país de la tormenta Olga, de sacarlos de la zona, pero aparte de lo que en esos días vieron por televisión o leyeron en los periódicos jamás han vuelto a tener noticias del tema ni le han visto el pelo a un solo funcionario del gobierno interesado en cambiar su triste suerte, y lo mismo parece estar ocurriendo en Los Guandules, Gualey y otros sectores ubicados en las márgenes de los ríos Isabela y Ozama. Como se trata de una promesa que formuló el presidente Fernández en persona, de cuyo cumplimiento responsabilizó al Consejo Nacional de Asuntos Urbanos, resulta cuesta arriba pensar que ahora se le quiera dar la espalda.
Reconocidos delincuentes A estas alturas de las investigaciones parece bastante claro que el ex síndico de San Cristóbal Néstor Julio Santana (Anibín) fue víctima de un asesinato por encargo, aunque todavía falte por establecer quién pagó para que le arrebataran la vida ni por cuál motivo. Para cumplir con esa siniestra encomienda fue contratado un reconocido delincuente, un hombre con un amplio prontuario delictivo que, pese a su larga lista de agravios a la sociedad, se encontraba en libertad. ¿Cuántos delitos y crímenes, de esos que se cometen a diario en este país, son atribuíbles a reconocidos delincuentes a los que nuestro sistena de justicia no ha podido poner en un lugar donde no sigan haciendo daño?