Qué  se dice

Qué  se dice

¿Cuál es el misterio?-  No tiene ninguna gracia que se anuncie con gran fanfarria que el Presidente de la República, Danilo  Medina, presentó su declaración jurada de bienes, como exige la Ley 82-79, y no se revele a cuánto ascienden los haberes del  mandatario, y lo mismo con la Vicepresidenta, la doctora Margarita Cedeño, quien acaba de depositar la suya.

La Vicepresidenta ya adelantó que en un breve plazo  dará a conocer públicamente el contenido del documento presentado, pero en lo que se refiere al presidente Medina todavía estamos esperando que aparezca el encargado de la bóveda de la Tesorería Nacional donde fue depositada hace exactamente una semana. ¿Se le habrá olvidado la combinación? Hoy  somos muchos  los ciudadanos que, por simple (y legítima) curiosidad, quisiéramos  conocer la cuantía del patrimonio  del  Presidente de la República, pero si empiezan a jugar a las escondidas con su declaración jurada mañana se multiplicarán por diez los morbosos que se interesarán en saber qué  se trata de ocultar.

Bebederos.- Si fuéramos a traducir su nombre los llamaríamos “Bebederos”, y precisamente eso es lo que son: centros de expendio y consumo de bebidas alcohólicas que funcionan sin ningún control ni regulación en cualquier punto de la ciudad, en muchos casos ocupando  los espacios públicos como calles y aceras y en otros convirtiéndose en  una verdadera pesadilla para  sus vecinos. Son los famosos   “Drinks”, muy populares  entre los jóvenes  de todas las clases sociales, y escenarios frecuentes de riñas   que a menudo  terminan con un saldo trágico. Todo  el mundo tiene derecho a divertirse, pero es obvio que hay que hacerlo respetando ciertas normas y, más que nada, el derecho de los demás al sosiego y la tranquilidad. Eso no está ocurriendo con esos bebederos donde nuestros  jóvenes van a  “jartarse” de alcohol, y la culpa es de la autoridad que por debilidad o negligencia lo consiente.

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