Cráneos de exportación.- ¿Habremos descubierto un nuevo producto de exportación que nos permitiría ampliar, así sea ilegalmente, nuestros horizontes económicos? Como se ha puesto este país nada puede descartarse. Un hombre en Nagua acaba de ser apresado y sometido a la justicia acusado de enviar a Puerto Rico 20 tapas de cráneos humanos, detectados por las autoridades de Aduanas de la vecina isla. Creo saber de dónde sacó el susodicho esos cráneos, lo que de todas maneras se encargarán de averiguar los miembros de la Policía Científica que tienen a su cargo las investigaciones, pero mas complicado (y no menos importante) resulta determinar en qué utilizan en Puerto Rico esa mercancía. De todas maneras, y en lo que se averigua el caso, conviene cruzar los dedos para que no tenga éxito este nuevo producto de exportación, pues si ocurre lo mismo que con los metales que se exportan a China preparémonos para el saqueo de nuestros cementerios.
Eufemismos.- Ahora se llaman intervenciones, que para eso estamos en un gobierno que abusa de los eufemismos, pero en realidad se trata de las redadas masivas, indiscriminadas e ilegales que realiza la Policía Nacional cada vez que siente que la delincuencia y la criminalidad desbordan sus capacidades. Residentes en barrios y zonas calientes tanto en el Gran Santo Domingo como en Santiago han vuelto a convertirse en las principales víctimas de esos operativos policiales, como bien acaba de denunciar el Comité para la Defensa de los Derechos Barriales (Copadeba). Son métodos que han probado, una y otra vez, su inutilidad para resolver al problema de la seguridad ciudadana, además de que añaden un elemento de intranquilidad a la de por sí difícil existencia de quienes tienen la desgracia de vivir en nuestros barrios, donde no todo el mundo es un delincuente o un narcotraficante.