Voceros.-  ¿Hasta dónde debemos tomarle la palabra a Roberto Rodríguez Marchena, quien fuera coordinador de comunicación del equipo nacional de campaña del PLD y vocero del candidato presidencial (hoy presidente electo), cuando declara que al nuevo gobierno no irán funcionarios corruptos o que hayan sido señalados como tales por el rumor público?

En esta larga transición es mucha ya la gente a la que he visto y escuchado decir  que Danilo Medina   hará esto o aquello o que  arreglará lo otro y lo de más allá,  como si fuera tan fácil como pedir un deseo y sin tener la más mínima conciencia de que con sus declaraciones están alimentando un montón de expectativas que probablemente el nuevo gobierno, por limitaciones de carácter económico, político o de cualquier otra naturaleza, no estará en capacidad de  cumplir  ni satisfacer. Mientras sus próximos, allegados, voceros  y los infaltables oportunistas andan por ahí hablando  en su nombre, prometiendo soluciones  o anticipando logros y realizaciones de una gestión que aún no comienza ,  el Presidente Electo mantiene un silencio hermético,  consciente del enorme peso de sus palabras, pero también de que muy distintas podrían ser las cosas cuando suelte la guitarra y agarre el violín. 

De grandes ligas.- Quien tenga dudas de que aquí, en materia de delincuencia, se está jugando una pelota de Grandes Ligas solo tiene que fijar su atención en dos hechos recientes. El asalto, la   semana pasada, de un camión de una empresa minera cargado de minerales con alto contenido de oro y plata valorado en mas de un millón de dólares, y el  también asalto a una empresa procesadora de pollos en La Vega, de donde  el domingo 7 hombres  armados cargaron con un botín superior a los diez millones de pesos. O sea que, en menos de una semana, los delincuentes lograron ganancias por mas  de cincuenta millones de pesos. ¡Y después dicen que el crimen no paga!