Qué se dice

Qué se dice

Resalta, en medio del trajinar de este asueto, el aporte de una reconocida compañía de honras fúnebres que ha desplegado vallas y espacios en la prensa con el dibujo de un símbolo luctuoso (un ataúd) para recordar a la ciudadanía que el consumo de alcohol en las carreteras y otras violaciones a reglas de seguridad pueden ser causa de tragedia. Se trata de una forma noble y constructiva de proclamarles a los vacacionistas que la vida no tiene precio y que preservarla es una obligación individual y colectiva en toda sociedad civilizada. Que un mensaje favorable a la vida provenga de una empresa que tiene en las defunciones su razón de ser expresa una conmovedora ironía. Por tanto, ha de estar llamado a calar muy hondo en todo el que lo reciba. Hay empresas del ramo que preferirían no ganarse el dinero que les entraría por decesos que provengan del exceso o la imprudencia. Excelente lección.

[b]Punto de equilibrio[/b]

Muy buenas señales se perciben en el comercio con el comienzo de la llegada de arroz importado y con el inicio de la cosecha del cereal en primavera. Los embarques y el proceso de recolección y procesamiento a nivel local auguran una mejoría en los precios del comestible por excelencia de los dominicanos. Pero hay una preocupación entre mayoristas y detallistas de provisiones causada por el tratamiento desigual que se expresa en la imposición de gravámenes a las importaciones privadas, lo que coloca al INESPRE en una situación que le permitirá vender gran cantidad del grano a precios demasiado inferiores a los que regirán en el mercado abierto. Los comerciantes dicen no oponerse a la función social de las ventas populares pero advierten que el expendio a través de organismos oficiales no debe convertirse en una competencia abrumadora sobre las operaciones de lícito comercio en los ámbitos de la clase media baja. La vela –como dice la vieja sabiduría- no debe estar tan cerca que queme al santo, ni tan lejos que no lo alumbre. La urgencia por estabilizar los precios para beneficio de los consumidores en sentido general justificaría la liberación impositiva del arroz extranjero en estos momentos.

[b]Vallas y embudos[/b]

Un efecto odioso de las reglas de ornato que aplican los ayuntamientos sería el hecho de que se esté impidiendo la colocación de vallas o afiches de bajo costo en ciertos lugares de la ciudad. De ello se ha quejado, específicamente, el candidato presidencial de minorías Rafael Peguero Méndez. Ha dicho Peguero que las reglas del juego en esa materia vedan gran parte de la ciudad a los chiquitos mientras los aspirantes que pueden pagar una costosa publicidad lumínica y de estructuras gigantes “comen” con su dama. Merecen elogios los síndicos que combaten los embarres y la colocación desordenada de letreros políticos. Pero estas cruzadas contra la contaminación visual no pueden ser llevadas al extremo ilógico de impedir la difusión de afiches por el solo hecho de ser artesanales, lo que crea una situación de privilegio para un par de compañías a las que se permite distribuir su propaganda sin restricción.

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