Qué se dice

Qué se dice

Camino al matadero.-  Uno quisiera ocuparse de otros asuntos igualmente importantes, como por ejemplo el extraño  caso de Cecilio Díaz Cordero y William de Jesús Checo Batista, apresados por la Policía Nacional como sospechosos de ser los cabecillas del secuestro del joven Eduardo Baldera y posteriomente muertos en un “intercambio de disparos” del que nadie recuerda tener noticia en la comunidad de Buen Hombre, en Monte Cristi,  el mismo día que el joven  se  escapó de sus captores, pero  resulta  imposible apartar ojos y oídos de lo que ocurre en la Asamblea Revisora, donde la democracia dominicana se somete a una prueba decisiva. Desoyendo el mandato de su partido y violentando, de paso, el pacto entre el ingeniero Miguel Vargas Maldonado y el presidente  Fernández, 52 legisladores del PLD se aliaron a la bancada reformista para dejar fuera del Consejo Nacional de la Magistratura  a los perredeístas, que de inmediato calificaron la maniobra de golpe bajo.

Desde luego, una acción de ese tipo tiene necesariamente consecuencias, pues no solo desafía la disciplina interna peledeísta (Reynaldo Pared anunció que someterá los nombres de los desobedientes   al Comité Político para fines de sanción pero eso, en las presentes circunstancias, está por verse) sino que podría suponer también la ruptura del acuerdo entre peledeístas y perredeístas que ha marcado el  rumbo de los trabajos de la asamblea en la segunda lectura. ¿A qué atribuir la sorpresiva rebelión de los legisladores del PLD? El malestar por la decisión de la Comisión Electoral de no reservar,  como hizo con los senadores, las candidaturas de los diputados que encabecen las encuestas en sus demarcaciones puede ser una causa, pero también las presiones de una opinión pública que no se cansa de reprocharle a los asambleístas el que se comporten como dóciles borregos camino al matadero del descrédito público.

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