Ante un llamado.- No estaba escrito en letras pequeñitas y prácticamente ilegibles, como en los famosos contratos de adhesión de las tarjetas de crédito, por lo que los diez candidatos presidenciales que suscribieron el documento-compromiso con la educación no pueden alegar ahora ignorancia o mala fe, aunque justo es señalar que muchos de ellos lo hicieron para salir del paso o simplemente –como decimos los dominicanos– para estar en el can.
Los miembros de la Coalición por una Educación Digna, que integran más de 300 organizaciones de la sociedad civil, aspiran a que los firmantes cumplan con el primer punto de ese compromiso por escrito, para lo cual no hace falta –aclaran– esperar a las elecciones del año que viene o que ganen la Presidencia de la República: hacer los esfuerzos que estén a su alcance para promover el cumplimiento del 4% del PIB para la educación en el Presupuesto del 2012.
Lo que eso quiere decir es que se está llamando a los candidatos presidenciales que se comprometieron a cumplir la ley que asigna el 4% del PIB a la educación si llegan al Palacio Nacional a que empiecen desde ahora a honrar ese compromiso, sumándose a las actividades que se realizan para convencer a los diputados de que modifiquen el Presupuesto del año próximo aumentando las partidas asignadas a la educación.
El llamado probablemente haya sorprendido a los firmantes, que de seguro no se esperaban que empezarían tan pronto a reclamarles el pago de esa deuda. ¿Quiénes atenderán la convocatoria? Eso lo sabremos muy pronto, lo que permitirá a la gente de la Coalición saber con quien se puede realmente contar, pero las experiencias vividas con nuestros políticos aconsejan no hacerse muchas ilusiones ni ahora ni el día en que alguno de esos señores se tercie la ñoña y las obnubilantes alturas del poder cambien, como ocurre siempre, su perspectiva de la realidad nacional, relativizando hasta el valor de la palabra empeñada.