Qué se dice

Qué se dice

Si es cierto, y no hay motivos para dudarlo, que el presidente Mejía impartió instrucciones a su equipo técnico para que esta sea una transición modélica, que sirva de ejemplo a las futuras generaciones, alguien debería decirle a algunos de sus colaboradores, incluidos los senadores de la república, que las travesuras que gestan no ayudarán al mandatario a cumplir a cabalidad ese propósito. Estamos hablando de las diligencias que se realizan por trasmano para que el actual director del hospital de Herrera, el general Domingo Vargas Cuello, sea designado coordinador permanente de los hospitales de Santo Domingo Este, así como de los frustrados intentos de los senadores de confirmar por dos años al actual bufete directivo de la Cámara de Cuentas. Esas ataduras conque se quiere trabar al próximo gobierno, que se pretende hacer extensivas al Banco de Reservas, durarán menos que una cucaracha en un gallinero, una vez el doctor Leonel Fernández se tercie la banda presidencial y empiece a disfrutar a plenitud de las prerrogativas que pone a su disposición el artículo 55 de nuestra Constitución.

[b]Excusas[/b]

Y siguen llegando a la redacción de este diario, como un rayo que no cesa, las quejas de quienes alegan haber sido incluídos de manera inconsulta en un documento público en el que un grupo de intelectuales, artistas y gestores culturales le ofrecen su apoyo a la reelección del presidente Mejía, al que acaban de sumarse Diógenes Céspedes, Director de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña, y el artista plástico Manuel A. Nina Cisneros, quien exige una explicación de lo ocurrrido. No sabemos si el señor Cisneros, al igual que el resto de los incluídos inconsultamente, han tenido la suerte de Céspedes, a quien el secretario de Cultura, Tony Raful, remitió una carta pidiéndole excusas por su inclusión, explicándole que no tuvo control, ni total ni parcial, de las firmas que se recogieron. Si ese no es el caso, sirva la explicación también para todos aquellos, que ya pasan de la docena, a quienes se metió en esa tómbola sin que se tuviese la elemental cortesía de preguntarles si era su deseo aparecer firmando ese comprometedor documento.

[b](Qué cachaza![/b]

Si alguien pensó que lo había escuchado todo sobre el Plan Renove para motoconchistas, hay que decirle que estaba completamente equivocado. Antonio Marte, un veterano transportista con viejos vínculos con el perredeísmo, dice estar convencido de que el próximo gobierno tendrá que continuar con su aplicación, pues se trata de un programa que «ayudará a eliminar la pobreza y el desempleo» en el país. Tan convencido está Marte de las bondades del Plan Renove, que está dispuesto incluso a acudir al Congreso Nacional a convencer a los legisladores de que aprueben el financiamiento que permitirá su continuación. O Antonio Marte sabe algo que el resto del país ignora, o simplemente tiene una cachaza tan grande que merece un sitial de honor en el Museo del Hombre Dominicano.

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