Además de la Cámara de Cuentas, algunas otras entidades autónomas o descentralizadas podrían estar en las mentes de sectores oficiales que aspirarían a extender o prolongar presencias o influencias, en algo que se ha hecho común en las transiciones dominicanas. Recuérdese que el propio PLD quiso quedarse con el Indotel en el 2000, con una pretendida designación de última hora bajo privilegio de la inamovilidad que el presidente Hipólito Mejía rechazó en su momento. Mirando más hacia atrás, veremos al Balaguer de 1978 haciéndose aprobar leyes orgánicas para preservarles ciertos fueros a los mandos militares y policiales de entonces, lo que no logró. Incluso, el mandatario reformista hizo crear un organismo colegiado de protección a las obras del Estado del que supuestamente él mismo formaría parte aún después de su salida del poder. Luego vino el vendaval del cambio y nadie jamás invocó el insólito mecanismo de funciones paralelas a las del jefe de Estado entrante. Está claro pues que el afán de quedarse en las mieles del poder puede llegar muy lejos.

[b]Organicen eso[/b]

Ojalá que pueda superarse el impasse entre la Refinería Dominicana de Petróleo y los transportistas del gas licuado que se colocaron en posición de rebeldía en un difícil momento. El país ha estado entrando en uno de los cíclicos períodos de desabastecimiento del importante combustible y con la llegada de un embarque al puerto de Haina se supone que va a evitarse la agudización de la escasez. Pero emergió un conflicto por cosas tan poco significativas como el uso de los terrenos del vacacional de Haina, cercano al lugar de despacho, como estacionamiento transitorio de los camiones-tanque. Se atribuye a Refidomsa haber cerrado el acceso a ese lugar, lo que efectivamente complica el proceso de carga. El colmo sería que ahora miles de consumidores de todas las categorías, desde el ama de casa hasta muchas industrias, sufran el grave perjuicio de no recibir el vital carburante solo por falta de coordinación y organización en el mercadeo. Refidomsa debe sentirse obligada a preservar áreas cercanas a sus instalaciones para que la entrega de combustibles se produzca sin dificultades.

[b]Buena rectificación[/b]

El ayuntamiento del Distrito Nacional dio un giro de 180 grados y en vez de seguir echando basura en la autopista 30 de Mayo y defender aquello con argumentos pobres, eliminó el gigantesco y dañino vertedero. Como el cambio de actitud fue tan repentino se ha especulado sobre la posibilidad de que el Partido de la Liberación Dominicana o el presidente electo, Leonel Fernández, interviniera para que el síndico capitaleño Roberto Salcedo, que es una expresión del peledeísmo, entrara en razón. De inmediato, la versión puede haber encendido la esperanza de los muchos pensionados municipales que al ir a cobrar sus cheques en estos días se dieron de frente con la realidad de que no tenían fondos. Debe suponerse que solo se trata de un error o de algún otro imprevisto los que pueden haber dado lugar a esta crueldad de pagar con papeles sin valor. Y como existen en estos momentos unas felices relaciones entre las mayorías ciudadanas y el partido de la estrella, a nadie sorprendería que la cúpula morada influya para aclarar las cosas y acelerar el fiel cumplimiento de los deberes del cabildo para con sus jubilados, sobre todo si se trata de personas que merecen sus pensiones.