¿Quién lo filtró?.- El Procurador General de la República, Radhamés Jiménez Peña, ha ordenado a uno de sus fiscales adjuntos de mayor confianza investigar la forma en que se filtró el video en el que aparece José David Figueroa Agosto sosteniendo relaciones sexuales con varias mujeres, que a estas alturas debe haber roto récord de ventas en el floreciente negocio de la piratería local, pero nadie que sepa cómo funcionan (o cómo no funcionan) las cosas en este país se atrevería a pronosticar que esa investigación producirá algún resultado positivo, con lo que se quedaría en el aire la pregunta del millón de dólares ¿Quién lo filtró y con cuál propósito? ¿Será cierto, como se especula en ciertos mentideros, que todo es parte de un plan del gobierno para desviar la atención del país, con una buena dosis de morbo y pornografía, de los acuciantes problemas que se nos vienen encima? En lo que se descifra el enigma, si es que ocurre algún día, abogados de algunos de los imputados en el expediente que encabeza el capo boricua creen que su divulgación, de lo que responsabilizan al Ministerio Público y la Policía, atenta contra la integridad moral de sus defendidos, en tanto el Procurador Jiménez prefiere salirse por la tangente con un argumento rebosante de cinismo: se indagará la forma en que salió a las calles y se impedirá su comercialización, pero a quienes corresponde emprender acciones judiciales por eventuales daños es a sus protagonistas, pues son los que gozan del derecho de autor. Sin embargo, dígase lo que se diga al Ministerio Público no le resultará tan fácil escurrir el bulto o zafarse de todo este embrollo, pues dado su rol protagónico en este proceso se le supone tan comprometido con su feliz culminación que no puede permitirse el lujo de que por culpa de este desagradable episodio se debilite la credibilidad de la acusación o se contaminen las pruebas que asegura tener contra las personas a las que sentó en el banquillo de los acusados.