Qué se dice

Qué se dice

La vuelta al redil perredeísta, en este caso reeleccionista, de tanta gente que hasta hace tan solo unos cuantos días abominaba de los propósitos del presidente Mejía de optar por la repostulación, no puede ser juzgada a la ligera, pues gran parte de esa militancia, a pesar de las traumáticas guerras de facciones que han signado, para bien o para mal, la dilatada historia del Partido Revolucionario Dominicano, solo comulga en ese altar. Ha sido ese, precisamente, el cálculo de los principales estrategas del PPH (perdón, del PRD), confiados en que, a la hora de la verdad, la dureza del voto blanco se impondrá por encima de las desavenencias de ocasión. Estamos hablando del orgullo perredeísta tantas veces citado por el doctor José Francisco Peña Gómez en sus discursos, el mismo en el que cifran sus esperanzas los estrategas del reeleccionismo para lograr el milagro de seguir a caballo a pesar de los adversos resultados que presagian las encuestas.

[b]El tiro por la culata[/b]

Parece que el «caramelito», como lo llamó despectivamente el diputado reformista Luis Emilio Reyes Ozuna, no era tan dulce como pudo pensarse, o simplemente llegó demasiado tarde para que tuviese los efectos que esperaban conseguir, en las divididas filas reformistas, sus ideólogos. La ampliación de la Comisión Ejecutiva del PRSC, sin que nadie la estuviese reclamando y mucho menos esperando, como ha confesado el también diputado Ito Bisonó, ha sido rechazada por el llamado Grupo de los 27 y la mayoría de los legisladores reformistas, principales beneficiarios de esa generosa oferta de la gente de La Casa, que se han negado a creer en la sinceridad de un gesto que solo busca, según dicen, lograr determinados efectos en la opinión pública. El tiro, al parecer, le ha salido por la culata a los auspiciadores de una decisión que, lejos de sumar voluntades alrededor del candidato Eduardo Estrella, amenaza convertirse en otra fuente de querellas y resentimientos entre compatriotas.

[b]¿Y la transparencia?[/b]

El doctor Amable Aristy Castro, uno de los políticos más exitosos de este país, dice estar confiado en que el presidente Hipólito Mejía restituirá los 800 millones de pesos descontados a los ayuntamientos del país, con autorización del Congreso Nacional, de los fondos que se otorga por ley a los cabildos, debido a que el mandatario se comprometió personalmente a reponer esos recursos tan pronto el gobierno tenga excedentes en sus ingresos. Las palabras del secretario general de la Liga Municipal Dominicana, que permiten deducir que siempre estuvo al tanto de esas tratativas, pretenden llevar un poco de tranquilidad a la numerosa familia municipal, aunque hubiera sido preferible, así sea en nombre de una transparencia tantas veces invocada en vano, que se hubiera informado al país de esos tejemanejes, que ahora sabemos -después de insistir lo suficiente- fue un despojo perpetrado para complacer a nuestros exigentes amigos del FMI.

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