Lamentable espectáculo.- ¿Puede un partido político que no respeta la democracia interna, que se muestra incapaz de realizar un proceso interno transparente, libre de cuestionamientos y garatas, garantizar que gobernará el país de manera democrática, respetando el derecho al disenso, a la pluralidad de ideas y pensamientos y, sobre todo, a elegir y ser elegido?
Imagino que muchos ciudadanos que han visto lo ocurrido en el PRD luego de la celebración de la convención del pasado 27 de septiembre se estarán haciendo la misma pregunta, y probablemente se muestren dispuestos también a darle la razón a los dirigentes perredeístas Rafael Santos y Fafa Taveras, miembros de la Comisión de Conflictos que rechazó los recursos de impugnación a los resultados de esa convención sometidos por Guido Gómez Mazara y Tony Peña Guaba, cuando señalan que al tomar esa decisión ese organismo actuó peor que los que cometieron algún tipo de trampa en el proceso. Ambos dirigentes convocaron una rueda de prensa para dar a conocer un informe disidente en el que afirman que la Comisión de Conflictos los puso de relajo tanto a la JCE como a ellos, que consumieron horas de su valioso tiempo escuchando testimonios y analizando actas, al presentarles un papel con una decisión ya tomada para que la endosen sin que sus miembros se hayan reunido previamente para discutir las pruebas presentadas. Por supuesto, eso quiere decir que el pleito sigue, que va para largo, la peor noticia que pueden escuchar los perredeístas en estos momentos, pues en la medida que se eleva el nivel de confrontación y se deteriora el clima de cohabitación que debe primar entre los grupos y facciones en esa misma medida se aleja la posibilidad de regresar al poder, algo de lo que parece darse cuenta todo el mundo, sobre todo los que desde las gradas observamos el poco edificante espectáculo, menos los que hoy dirigen al Nuevo PRD.