Comiendo con su dama.-  No hace falta un sesudo análisis ni leer entre líneas para adivinar la intención  política detrás de las críticas del presidente Leonel Fernández, en San Pedro de Macorís,  al ex presidente Hipólito Mejía y el gobierno que encabezó, pero todavía no está muy claro  (el Príncipe  sabe ocultar muy bien sus cartas hasta el momento decisivo) las razones por las cuales decidió cambiar de blanco y de estrategia. ¿Elige al contendor más vulnerable, al más fácil de vencer, en una eventual confrontación electoral? ¿O también al mandatario los numeritos le dicen que Hipólito ha tenido un repunte significativo en el PRD, al punto que ya merece que se le tome en cuenta y que se respondan sus constantes críticas y ataques al gobierno?

Es seguro que el inusual choteo conque el presidente Fernández quiso ridiculizar al atípico ex presidente  será tema de conversación los días por venir, como lo es también que cada quien le dará la lectura que más le convenga, la que más se acomode a sus intereses y expectativas, incluídas –por supuesto– las de los beligerantes reeleccionistas, pues resulta evidente que si el mandatario está eligiendo, razonan, al contendor con el que se siente más cómodo, es porque está dispuesto a subirse al ring y ser el candidato  en el 2012. De ñapa, al elegir a Hipólito Mejía como su  interlocutor político en esta especial coyuntura, en lugar de  Miguel Vargas Maldonado, presidente del PRD,  el presidente Fernández le añade más combustible al pleito que desangra, debilita y divide al PRD, cuyo liderazgo sigue mostrándose  incapaz de ponerse de acuerdo así sea porque es la única forma de preservar la integridad del partido político que mas ha contribuido –siempre es oportuno  recordarlo– a la construcción de la democracia dominicana   ¡El Príncipe sigue comiendo con su dama!