Blindados.- Quiere decir entonces que, contrario a las versiones que han propalado personeros enquistados en los medios de comunicación y politiqueros frustrados, el senador Félix Bautista simplemente estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado, en su condición de mensajero de los generosos empresarios dominicanos que aportaron 540 mil dólares a la campaña electoral del expresidente Alejandro Toledo en Perú. Por supuesto, nadie en este país es tan cándido para dar por buena y válida la explicación ofrecida por el hiperactivo legislador, sobre todo después de saberse que varias de las empresas que aportaron recursos para la campaña de Toledo y Perú Posible fueron también señaladas como donantes de la campaña electoral de Michel Martelly en Haití, otro escándalo donde la figura protagónica es el senador peledeísta por San Juan de la Maguana. ¿Otra vez en el lugar equivocado en el momento equivocado? ¿También fue un mensajero en esa ocasión? ¿O los personeros enquistados en los medios de comunicación a los que atribuye azuzar el escándalo en Perú lo persiguen desde entonces? Como gato bocarriba se defendió Félix Bautista desde su curul en el Senado de la República, defensa que acompañó del dramático gesto de pedir a sus colegas formar una comisión que indague la denuncia en su contra y que, además, incluya un peritaje meticuloso que audite el origen de todos sus bienes y propiedades, para lo cual dijo estar dispuesto a despojarse de su inmunidad. Pero hay que ser demasiado optimista para creer que esa comisión llevará sus investigaciones hasta el origen difuso de esos bienes y propiedades, y mucho menos que tenga la voluntad política necesaria para dar el paso siguiente. Y es que, como muchos habrán sospechado ya, el expresidente Leonel Fernández no es el único que se ha blindado para ponerse fuera del alcance del famélico brazo de la ley.