Qué se dice

Qué se dice

Prohibición.-  La prohibición a la importación de ropa usada desde Haití, como parte de las medidas sanitarias dispuestas por las autoridades  para impedir el ingreso a territorio nacional del mortal cólera, afectará a muchos bolsillos, pues de su venta y distribución, a través de los populares mercados de pulgas y pequeñas tiendas improvisadas en cualquier parte, viven miles de dominicanos.

Hace unos días se quejaban productores avícolas de las enormes pérdidas que tendrán a causa de las restricciones impuestas al comercio por la frontera para atajar la epidemia que ya se ha cobrado la vida de mas  de mil personas en Haití,  y hasta se atrevieron a ejercer presiones para que se levantaran  esas restricciones, olvidando que con ello se expondría  al país a una catástrofe de incalculables consecuencias. Sería perder lo mas por lo menos, como se dice popularmente, y precisamente por eso no se atendió su exigencia. Así las cosas, las presiones para que se levante la prohibición a la importación de ropa usada no tardarán en producirse, pero las autoridades están en la obligación de  mantenerse firmes, mucho mas luego de detectarse en el país el primer caso de cólera, pues el  interés nacional  siempre  está por encima de los egoístas intereses de grupos o de cualquier sector económico por mas poderoso o influyente que sea.

Redundancias.-  ¿Cuál es el afán de los partidos políticos en tener una representación en la Cámara de Cuentas si, a fin de cuentas, a la hora de cumplir su rol de organismo fiscalizador de las cuentas nacionales no cuenta absolutamente para nada? La pregunta es redundante pero no  ociosa, pues si se fijan bien nuestros partidos actúan con la lógica de las mafias del crimen organizado cuando procuran colocar a “uno de los suyos” en el  organismo que, ante la eventualidad de que  asuman el poder, será el que vigile el manejo que darán a los fondos públicos.

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