Dios los cría. ¡Qué momento más inapropiado, políticamente hablando, escogió Hipólito Mejía para visitar a Juan Hubieres! Pero dicen que así es el ex presidente, repentista y espontáneo, amigo de sus amigos y, sobre todo, solidario en los momentos de adversidad.
Y precisamente a eso acudió a donde el presidente de Fenatrano, a identificarse con su lucha, a ofrecerle su respaldo a los esfuerzos que viene desplegando junto a su tropa para obligar al gobierno a que le permita operar algunas de las rutas alimentadoras del Metro de Santo Domingo, pero también para pedirle que desista de la huelga de hambre que mantiene, junto a varios de sus compañeros, para evitar que su salud se vea afectada y el país pierda a un auténtico patriota. Mientras tanto, Hubieres anunció que continuarán los paros sorpresa que tanto trastornos provocan y que tanto indignan a la población, incluída la presencia en las calles de matones armados de piedras y cuchillos para garantizar su éxito, hasta que el gobierno acceda a complacer sus pretensiones. Definitivamente, Dios los cría y ellos se juntan…
Intolerable.- Si resulta inadmisible que un gremio, federación o empresa del transporte de pasajeros pretenda obligar, mediante el recurso de la huelga y los actos de vandalismo, a este o a cualquier gobierno a que le entregue la operación de una o varias de las rutas alimentadoras del Metro, mucho menos puede tolerarse que sindicatos de guagueros escojan nuestras calles o carreteras como escenario para dirimir sus enconados pleitos, como acaba de ocurrir con el bloqueo de la carretera que comunica hacia los complejos turísticos de Bávaro y Punta Cana, en Higuey, para desgracia de cientos de empleados hoteleros de la zona que ayer enfrentaron serias dificultades para llegar a sus centros de trabajo.
Esas muestras de beligerancia desbordada, unidas a la tolerancia o aparente debilidad que muestran las autoridades competentes frente a esos desmanes, son harto peligrosas, pues suelen ser la antesala del caos social, y bien se sabe que de ahí a una crisis de gobernabilidad hay un trecho muy corto.¿Lo sabrá Franklyn Almeyda?