Con los famosos-. Como es sabido que cada cabeza es un mundo, nadie esperaría que todos reaccionemos de la misma manera ante lo que nos ocurre, sobre todo cuando se trata de situaciones adversas. Para ilustrar esa aseveración tomemos como ejemplo, porque son el foco de la atención pública, a los famosos que enfrentan problemas con la  justicia tras ser acusados de golpear a sus parejas. Mientras el pelotero Willie Aybar se muestra desesperado por salir de la cárcel, al extremo de que pidió públicamente perdón  tanto a la sociedad como  a los fiscales a los que agredió al momento de su arresto, el ex senador  Tonty Rutinel se mantiene voluntariamente encerrado  en la cárcel de la que debió salir tras pagar una garantía económica, bajo el alegato de que fue vejado y maltrado por representantes del Ministerio Público.  Aybar quiere que eso se olvide, volver a jugar pelota y que su fanaticada lo perdone, en tanto   Rutinel insiste, con su empecinada actitud, en mantener vivo en la memoria colectiva un desagradable episodio   que, por vergüenza, debería procurar que todos olvidemos. Pero ya lo dice el refranero: cada loco con su tema.   

Otro más.-    Para los que llevan  anotaciones. La banda de delincuentes que asaltó a un ministro haitiano que vino al país, junto a su familia, a pasar unas vacaciones, hecho que provocó que la cancillería haitiana remitiera una nota diplomática de protesta a su homóloga dominicana, era dirigida por un cabo de la Policía Nacional. 

El tigueraje nacional.- Nadie merece aparecer aquí tanto como el “doctor Almánzar”, el falso médico que estafó a los familiares de varios pacientes en el hospital José María Cabral y Báez, en Santiago, donde se hacía pasar como médico cirujano del área de emergencias, a los que  cobró hasta RD$40 mil por las “operaciones” que practicó.