Qué  se dice

Qué  se dice

Querer es poder.- Lo ocurrido con los 900 empleados cancelados por la  Falconbridge, a los que el presidente Fernández prometió villas y castillas, demuestra lo mucho que puede hacer un Presidente cuando realmente quiere hacerlo, independientemente de que lo allí prometido, a lo que dará seguimiento una comisión tripartita creada para tal propósito, llegue a cumplirse algún día.

El mandatario se comprometió  a gestionar nuevos empleos a los cesanteados, a incluir a 90 de esos trabajadores, que ya pasan de los 60 años, en el plan de pensiones del IDSS y a los restantes en el SENASA, a  saldar las deudas que muchos tienen con la cooperativa para que puedan recibir sus prestaciones laborales completas, ofreció a los que así lo deseen préstamos a tasas preferenciales  a través de Promypimes para que desarrollen algún negocio, y de ñapa anunció la entrega de 300 millones de pesos al Consejo de Desarrollo Provincial para que sean invertidos en la dinamización de las economías de las provincias Monseñor Nouel, La Vega y Sánchez Ramírez, las principales beneficiarias de las actividades de la minera.

Ese despliegue extraordinario de generosidad no ha podido ser pasado por alto por la opinión pública, que se ha ocupado de reseñarlo y comentarlo profusamente, pero también es útil  para contrastarlo con la indiferencia mostrada por el mandatario hacia los reclamos del centenario Colegio Médico, a cuyos directivos  ni siquiera  ha querido recibir.

Por eso resulta hasta cierto punto injusto que  el presidente del Senado, Reynaldo Pared Pérez, acuse al secretario de Salud Pública, Bautista Rojas, y al de Hacienda, Vicente Bengoa, de boicotear las diligencias de la comisión bicameral que intentó conseguirle el anhelado aumento salarial a los médicos, pues resulta más que evidente que el principal obstáculo para el éxito de esas diligencias ha sido siempre el Presidente. El porqué de esa actitud es la pregunta del millón de dólares.

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