Contra las cuerdas.- Noventa de los 120 miembros de la Comisión Política del PRD han firmado un documento en el que emplazan a la dirección de esa organización a que en la reunión supuesta a celebrarse en el día de hoy se discuta la elección de la comisión organizadora de la convención nacional que deberá escoger a las nuevas autoridades.
Ese emplazamiento, como ya han adivinado quienes saben lo que se está cocinando en la olla del PRD, es parte de la sorda pero intensa lucha que libran sus fuerzas internas por imponer su agenda a las acciones partidarias, en la que también participan aquellos que desde su autoridad apuestan a pescar en río revuelto. El documento tiene el propósito, en ese contexto, de colocar contra las cuerdas al doctor Ramón Alburquerque, forzarlo a poner en manos de la comisión organizadora de la convención las riendas del partido, como disponen los estatutos, reduciendo así su capacidad de maniobra y negociación, pero sobre todo de echarle un jabón al sancocho perredeísta. Eso, desde luego, no es tan fácil como arrebatarle un caramelo a un niño, mucho menos a un niño tan malcriado y que se sabe tantas mañas.
Letra muerta.- La decisión de hacer cumplir la ley que prohíbe fumar en espacios cerrados ha sido aplaudida por todo el mundo, pues la verdad es que pocas dudas quedan de que la práctica atenta contra la salud de fumadores y no fumadores, lo que explica que la tendencia mundial sea a la prohibición como ocurre ya en buena parte de los países civilizados.
Todo iba muy bien hasta que la mayoría de los propietarios de establecimientos que debían acatar la prohibición cayó en la cuenta de que no están en condiciones de darle cumplimiento, simple y sencillamente porque nadie nunca se lo exigió a pesar de que esa ley está en vigencia desde julio del año 2000, por lo que el fiscal Alejandro Moscoso Segarra se vio forzado a aplazar su cumplimiento. La moraleja aquí es tan simple que hasta un imberbe la entiende: es mas fácil hacer cumplir una ley tan pronto se promulga que hacerlo casi ocho años después.