Qué se dice

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Sorpresas.-  No exagero si digo aquí que quienes hemos  seguido de cerca el narco-culebrón que tiene como principales protagonistas  a José David Figueroa Agosto y Sobeida Félix Morel estamos genuinamente sorprendidos por la acusación de conspiración para distribuir drogas que, como uno de los cabecillas  de la organización criminal que dirigía el capo boricua, acaba de dar a conocer la Fiscalía Federal de Puerto Rico contra Eddy Brito, ex esposo de Sobeida, a quien en breve solicitarán en extradición a las autoridades dominicanas. 

Culpa  de su  carita de yo no fui o de la insuficiencia de pruebas  lo cierto es que muchos estábamos convencidos, sobre todo después de la entrevista que le hiciera –lágrimas incluídas–  Alicia Ortega, de que Brito no era mas que un joven ambicioso y poco escrupuloso atrapado en las redes de su afán de amasar fortuna rápida y darse la gran  vida.  ¿A qué usted también está sorprendido de que  se le acuse de ser  el número cinco de una organización criminal que enfrenta cargos de confiscación de bienes por 100 millones de dólares por haber introducido más de 2,000 kilos de cocaína a Puerto Rico? Pero las  grandes sorpresas al parecer están todavía  por verse, pues según lo declarado por el fiscal Alejandro Moscoso Segarra además de Eddy Brito habrá otras solicitudes  de extradición, incluida gente que no está hoy sentada en el banquillo de los acusados.

Claro está, esas son muy malas noticias para quienes son juzgados aquí por lavado de activos por sus distintos niveles de asociación con Figueroa Agosto ya que podrían correr la misma suerte que Brito, pero todavía peor para quienes desde sus posiciones de autoridad desde la política y los estamentos policiales y militares le ofrecieron protección, a cambio de jugosas ganancias, para que pudiera operar a sus anchas durante diez largos años,  pues hasta ahora se han mantenido al margen, innominados aunque presentidos,  y sobre todo protegidos por un denso manto de impunidad.

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