Qué  se dice

Qué  se dice

Rectificación.- Entonces resulta y viene a ser que la decisión de utilizar el nombre de Porfirio Rubirosa para promover turísticamente el país se hizo de espaldas al Ministerio de Turismo y su titular, Francisco Javier García, quien acaba de  desautorizar a la funcionaria que tuvo la infeliz ocurrencia de organizar una copa internacional de polo en honor al famoso play boy.

Vale señalar, sin embargo, que la decisión del ministro de  Turismo se produce luego de que la opinión pública reaccionara alarmada ante el desatino y la frivolidad de utilizar la figura de Rubirosa, indisolublemente ligada a la peor dictadura que hayamos sufrido, la de Rafael Leónidas  Trujillo, para promover la imagen de la República Dominicana y atraer así el llamado turismo de lujo. ¿Qué hubiera ocurrido  si la prensa, por estar distraída en otros escándalos o eventos noticiosos, no hubiera reparado en esa descomunal metida de pata y obliga a las autoridades a una rectificación? Que hubiéramos hecho un papelazo, y ya se sabe que después del palo dao ni Dios lo quita. Por eso es que hay que dar gracias a ese mismo Señor de que nuestros funcionarios todavía se tomen la molestia de leer los periódicos.

La UASD en su laberinto.- Las reacciones de oposición y resistencia al aumento de los créditos, sobre todo entre las organizaciones estudiantiles que medran en la  más antigua universidad del Nuevo Mundo, es el mejor ejemplo de lo difícil que resultará a sus autoridades, las presentes y las que vendrán, sacarla de la postración económica que la obligan a mendigar recursos, de manera lastimosa, al Poder Ejecutivo y su incumbente de turno. Eso quiere decir, simplemente, que la UASD continuará entrampada entre la politiquería y el populismo que se han impuesto como norma de convivencia  entre autoridades, empleados y estudiantes, y así será muy difícil, por no decir imposible, que pueda  salir de su laberinto.

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