Globo de ensayo.- Estoy seguro de que  los que saben leer entre líneas, que no son pocos en este país de medias verdades, tomaron nota del mensaje implícito en las declaraciones  del veterano dirigente  Rafael –Pepe– Abreu, quien  tiene un pie en la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS) y el otro en el PLD, cuando afirma que las organizaciones que integran el Consejo Económico y Social (CES)  tienen cada una su postura, por lo que será muy difícil que puedan arribar a un consenso sobre la reforma fiscal.

 Súmele a eso la propuesta del diputado reformista Ramón Rogelio Genao, vocero de la bancada del PRSC en la Cámara Baja, de que la propuesta de reforma pase el Congreso Nacional y que se discuta, de manera simultánea, junto al presupuesto del 2013, y podrá adivinar lo que ocurrirá en los días por venir.

Convertido el CES en una babel donde nadie se pone de acuerdo para consensuar una reforma que solo ha recibido rechazos, críticas y cuestionamientos de los sectores que serían afectados, lo más lógico parece ser que el gobierno, que ha dicho con claridad que le urge su aprobación, empiece a explorar la posibilidad de ahorrarse todas esas discusiones inútiles enviando la reforma al Congreso, su ámbito de discusión  natural según Rogelio Genao.

Desde luego, una decisión  de esa naturaleza tendrá consecuencias políticas, y a no dudarlo tambien impactará la gobernabilidad debido a la dureza de las medidas  que se quiere imponer a una población que se niega a pagar, una vez más, los platos que rompieron  los políticos. Por eso creo que la propuesta del PRSC, un confiable aliado del PLD en los tejemanejes legislativos, es un globo de ensayo que procura ir preparando a la opinión pública para esa posibilidad, y  la mejor demostración de que por ahí es que anda la cosa  ha sido el inmediato  respaldo que ha recibido la propuesta de Genao de  conocidas  bocinas  al servicio del  gobierno y su aparato propagandístico.