Qué se dice

Qué se dice

Muchas son las cosas que se podrían decir de la XX Convención Nacional Extraordinaria, en la que se proclamó al presidente Mejía como candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano, pero nadie puede negar que fue una actividad bien organizada, sin detalles dejados al azar.

Empezando por la seguridad, una auténtica pesadilla en encuentros de ese tipo, más aún tratándose de un partido tan belicoso como el PRD. Por eso se colocaron detectores de metales en cada una de las cuatro puertas de acceso a la planta baja del Palacio de los Deportes, destinada a los delegados con derecho a voto, y por eso se creó también un sistema de tickets que se les entregaba antes de entrar a cambio de sus armas, que a su vez se depositaban en unos lockers habilitados para la ocasión. Pero muy pronto resultó evidente que los cálculos de los organizadores se habían quedado cortos, pues antes de que terminaran de entrar todos los delegados ya no había espacio para un arsenal tan numeroso, lo que quedó evidenciado, de manera harto elocuente, a la hora de cuadrar las cuentas: 2,091 delegados y 2,015 armas de fuego. ¡Casi una por cabeza!

[b]Anoten el cambio[/b]

De ahora en adelante llevará el nombre de Comisión Nacional de Evaluación Penitenciaria, y será su principal responsabilidad, tras asumir las funciones de la desaparecida Comisión de Indultos, evaluar los expedientes de los reclusos que aspiran a ser favorecidos con un indulto del Poder Ejecutivo. La sorpresiva decisión de la Procuraduría General de la República pretende evitar, al parecer, la repetición de nuevos escándalos en torno a la concesión del perdón presidencial, lo que ha terminado rodeando de suspicacias una iniciativa que busca tan solo, al decir de sus promotores, descongestionar nuestras atestadas cárceles. La nueva comisión tendrá su primera gran prueba de fuego el próximo 27 de Febrero, Día de la Independencia Nacional, cuando se tiene previsto excarcelar a 600 reclusos mas. Si esa nueva comisión, además de cambiar de nombre, consigue que no se cuelen en esa lista reclusos que ya fueron rechazados por no reunir los requisitos, como ocurrió -de manera inexplicable- en diciembre pasado, el invento habrá valido la pena.

[b]Lecciones de historia[/b]

Parece que podría ir a recalar a la Academia Dominicana de la Historia, que preside el doctor Roberto Cassá, la polémica decisión del síndico de Villa Altagracia de ponerle el nombre del popular merenguero Sergio Vargas a una calle dedicada a honrar la memoria de Don Emilio Prud’Homme, autor de las letras del Himno Nacional, si finalmente resulta cierta la versión periodística de que ese punto será incluído en la agenda de la institución cuando se reúna mañana miércoles. Se descarta, de antemano, que nuestros distinguidos historiadores puedan revertir una decisión tan infeliz, solo atribuíble a los atrevimientos que propicia, con tanta frecuencia, la ignorancia. Pero a lo mejor sí pueden, con la anuencia de la Liga Municipal Dominicana desde luego, ofrecer algún cursito de historia dominicana destinado especialmente a nuestros síndicos, incluídos regidores y demás funcionarios municipales, que estarían así en capacidad de ahorrarnos la ocurrencia de episodios tan bochornosos.

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