Oportuna advertencia.- A buen entendedor, pocas palabras bastan. Por eso me atrevo a sugerir a las cúpulas de los partidos políticos que han decidido reservarse candidaturas de cara a las elecciones congresionales y municipales del año próximo, léase el PLD y el PRD, tomarse muy en serio la advertencia que les acaba de formular, de manera directa, el presidente de la Junta Central Electoral, el doctor Julio César Castaños Guzmán, en el sentido de que el tribunal de comicios hará cumplir a rajatabla la Ley Electoral 275-97 en lo que concierne a las propuestas de candidaturas, que deberán surgir de sus asambleas y procesos convencionales, incluídas –desde luego– las reservadas, que deberán limitarse a lo que indiquen los estatutos de cada organización en esa particular materia.
La advertencia de Castaños, quien señala que las reservas de candidaturas no son ni buenas ni malas en sí mismas siempre y cuando cumplan con los requisitos que exige la Ley Electoral, llega en un momento muy oportuno, pues no solo garantiza que habrá reglas de juego equitativas para todos sino que obliga a los partidos a respetar su propia institucionalidad.
Así las cosas, no es aventurado afirmar que tanto los promotores de las controvertidas reservas como los que se oponen a ellas por considerarlas antidemocráticas y negadoras del derecho de la militancia a elegir y ser elegida deben estar en estos momentos haciendo un rápido repaso a los estatutos de sus organizaciones, consultando abogados y, en algunos casos, redefiniendo estrategias, pues las cosas se hicieron de manera tan burda y atropellada que no resisten el menor escrutinio. Cada quien, que sabe en lo que está, lo que hizo y porqué lo hizo, que se ponga el sombrero que mejor le acomode.