Pelota caliente.- Adolfo Cervantes Arroyo llevaba por nombre el ciudadano español asesinado de nueve balazos por desconocidos que le dispararon al llegar a su residencia, en el sector Madre Vieja del Sur, en San Cristóbal, y emprendieron de inmediato la huída ¿Qué pinta esa muerte en el cotidiano paisaje de violencia en que nos encontramos sumergidos? Cervantes Arroyo, propietario de un centro de diversión en San Cristóbal, fue investigado en relación con la muerte a tiros del teniente del Ejército Nacional Ramón Guillermo Tejada Krawinkel, jefe de operaciones de la DNCD en esa provincia, pero también fue requerido por la comisión que investiga la matanza de Paya, en Baní. Definitivamente en el llamado Sur Cercano, donde según todas las evidencias operan uno o varios carteles del narcotráfico muy activos, se está jugando una pelota muy caliente.
La ley es la ley, pero….- El mayor general Aníbal Sanz Jiminián, director general de Migración, dice estar dispuesto a hacer cumplir a rajatabla la ley que limita a solo un 20% la mano de obra extranjera que puede ser contratada por nuestros empresarios, sobre todo en el área de la construcción, respetando siempre los derechos de cada ciudadano extranjero y sin incurrir en excesos. Sanz Jiminián adelanta que coordinará con la Cancillería, las Fuerzas Armadas y los organismos de seguridad del Estado una serie de operativos a nivel nacional para detectar la presencia de haitianos ilegales y proceder a su inmediata repatriación, acogiéndose al derecho que nos asiste como nación soberana de hacer respetar nuestras leyes y reglamentos migratorios. Si el Director de Migración es capaz de llevar a cabo su propósito estará coronando, indiscutiblemente, una gran hazaña como lo es hacer cumplir una ley que hace tiempo es letra muerta, pero también podría tocarle de carambola el dudoso mérito de asestar la estocada mortal a una industria que, como la de la construcción, atraviesa por un momento muy difícil a causa del alza de sus materias primas y el brutal encarecimiento del dinero que se refleja en las estratosféricas tasas de interés de los bancos.